En el inicio del juicio contra 15 policías por la persecución fatal a Iván Mafud, en 2014, fue mencionado el clan Cantero y hubo críticas a la presentación del ex defensor general, Gabriel Ganón, como querellante. El planteo de las defensas contra la intervención del ex funcionario tuvo que ver con que uno de los policías sentados en el banquillo fue asistido por la Defensa Pública -al inicio de la causa- cuando todavía Ganón era el jefe del organismo y reprocharon que ahora se presente como parte acusadora. Sin embargo, el Tribunal admitió su participación porque no hay evidencia de que haya tenido injerencia en el caso particular que llevaba una abogada de la Defensoría. En tanto, cuando tomó la palabra en su defensa, Ganón mencionó un supuesto llamado a un integrante de la banda de Los Monos, que -según él- partió del teléfono de la víctima cuando ya había fallecido, y deslizó "sospechas". Fiscalía habló de una "persecución frenética" y pidió penas que van de la prisión perpetua, a 10 y 8 años de cárcel para los policías. El debate continuará el jueves próximo, a pedido de la querella.

El Tribunal integrado por Eleonora Verón, Juan Carlos Curto y Mariano Aliau tuvo que resolver planteos, apenas iniciado el juicio. Primero, la querella planteó que no había tenido tiempo de ver el expediente completo, que tiene unos 120 CDs. Si bien la Fiscalía aseguró que puso a disposición la causa completa, los jueces le dieron la razón al abogado Santiago Bereciartúa, que está con Ganón en la querella.

Tras ello, se sumó el planteo de los defensores de los imputados, contra la participación de Ganón. "No puede participar en esta querella porque ejerció el cargo de Defensor General, cuando Walter Machuca (uno de los imputados) tuvo una defensa de ese servicio". Hablaron de una "incompatibilidad" por haber presidido la defensa de un imputado que ahora tiene otro abogado. 

En su respuesta, Ganón dijo que el contenido del reclamo fue "absolutamente personal" y aseguró: "No hubo vinculación con ninguna norma jurídica que me impida participar". Por otro lado, argumentó: "El señor Machuca (por el policía imputado) es hijo de una señora Cantero, y se habla de que una de las personas, no sé si fue él, se comunicó con alguien del clan Cantero", deslizó sobre lo que detalló, al término de la audiencia, en diálogo con los medios de prensa: "Hay dos llamadas que se realizan desde el teléfono de la víctima después de su muerte. De acuerdo a investigaciones que realizó su familia, el número de teléfono era de Ramón Machuca, que en esa época estaba prófugo", dijo. "La madre del Machuca imputado en esta causa sería pariente de la familia Cantero, según la información que tenemos nosotros. Es una sospecha, pero nunca se profundizó esa línea de investigación. Sabemos, por el juicio reciente, que las vinculaciones entre policías y el clan eran muy estrechas y frecuentes", dijo sobre cuestiones que intentará probar en el juicio.

Los abogados consultados negaron la existencia de tal vínculo y deslizaron que el acusador tendrá que demostrarlo.

Acusación. El fiscal Miguel Moreno relató el hecho ocurrido el 8 de septiembre de 2014. La "persecución frenética" de seis móviles empezó en Ovidio Lagos y Coronel Arnold. "Los policías Oscar Jauregui y Eva Monzón iniciaron la persecución", a la que luego se sumaron los móviles de Seguridad Vial -con Eduardo Malisani, Víctor Vélez y Diego Franco-; y los de Comando, con Alfredo Correa, Matías Maidana, Ayelén Bustamante, Walter Machuca, Gerardo Amarilla y Jonatan Sánchez. "Todos seguían a un Fiat Marea bordó, con la justificación de que no tenía patente trasera". Al final, en la zona de Roldán, "Mafud murió dentro del auto con seis balas en su cuerpo y 19 impactos en el vehículo. Siete de ellos (los acusados) fueron los autores de esos disparos", agregó el fiscal. "La versión policial se justifica y se sostiene sobre puntos como que desde el Marea se efectuaron disparos; que terminada la persecución dos personas bajaron del lado derecho del auto y dispararon; que el conductor del Marea disparó contra el personal, por lo que ellos respondieron; y hasta que hubo un rastrillaje para dar con los prófugos. Estos extremos comprueban la falsedad: quienes dispararon tuvieron dolo homicida, acuerdo previo y abuso de su función de policías".

En tanto, Norberto Dilda y Fabián Díaz, subjefe y jefe del Comando Radioeléctrico, fueron acusados como "quienes ayudaron y colaboraron" cuando "les incumbía la misma obligación que a los demás: denunciar y dar aviso al fiscal". Los 15 policías fueron imputados por "apoderarse ilícitamente de una sillita de bebé que estaba a la derecha del asiento trasero y 3 mil pesos que estaban en la guantera del Marea".

Para Sguazzini, Jauregui, Amarilla, Correa, Maidana, Gómez y Machuca, el fiscal pidió pena de prisión perpetua; para Monzón, Franco, Sánchez, Malisani, Vélez y Bustamante, 8 años de prisión; y para Díaz y Dilda, 10 años.