El ajuste en las dependencias del Ministerio de Agroindustria es parte de un esquema de desguace de los organismos de control, como el caso del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentario (Senasa). En este organismo pesa ya el levantamiento de la Certificación en los Servicios de Inspección Veterinario en los establecimientos frigoríficos, lo que representó una pérdida de funciones indelegables del Estado, señalan desde ATE Senasa. A esto se suma el cierre de las 400 oficinas de sanidad animal por falta de pago de los alquileres, algo que la cartera que conduce Luis Miguel Etchevehere celebra como parte del plan de ahorro de 219 millones de pesos para este año (ver aparte). Los análisis realizados en el Laboratorio del Senasa proporcionan un aporte imprescindible para el control de enfermedades que puedan afectar la producción agropecuaria y además asegura la inocuidad de los alimentos para consumo interno. En la actualidad, esta área sufre un fuerte recorte de presupuesto, según un comunicado del equipo técnico de la Dirección de Laboratorios. “Se van sumando la falta de diferentes insumos necesarios y algunos servicios debieron improvisar con técnicas ya fuera de uso por falta de kits diagnósticos”, detallaron en el comunicado.