“Fanáticos del espacio y de la ciencia ficción, ¡regocijaos! Cráteres, valles, montañas y otras formaciones de Caronte, la luna más grande de Plutón, acaban de recibir sus nombres oficiales, y no pueden ser más nerds”, avisa la web Mashable sobre la novedad espacial, anunciada los pasados días por la propia Unión Astronómica Internacional (IAU), organización responsable de asignar tales apodos. En este caso, se ha inspirado la institución en literatura y mitología viajera y de exploración, en científicos y andarines pioneros, en hombres y mujeres prontos a la travesía y al destino misterioso, conforme salta a la vista. Porque existen hoy en Caronte: la montaña Stanley Kubrick y el cráter Capitán Nemo; la depresión Argo (en honor al barco de Jasón y sus argonautas) y los montes Clarke (que rinden tributo al prolífico autor sci-fi Sir Arthur Charles Clarke, responsable de 2001: Odisea en el espacio); el cráter Dorothy (guiño, guiño a la joven protagonista del clásico infantil de Lyman Frank Baum, y sí, nunca más lejos Kansas, a más de 2.6 billones de millas de distancia), y el monte Butler, homenaje a la escritora afroamericana Octavia Butler y su trilogía Xenogénesis. “Exploradores y visionarios legendarios, reales y ficticios, han quedado inmortalizados en este primer conjunto de nombres”, anota el comunicado oficial de la IAU, previo a detallar que muchas nomenclaturas fueron propuestas por el equipo New Horizons de la NASA, que lideró el primer viaje de reconocimiento de Plutón y sus lunas, logrando la inserción orbital en julio de 2015. “El team espacial ya venía utilizando estos nombres informalmente para describir los numerosos valles, grietas y cráteres descubiertos sobre la superficie de Caronte, satélite del planeta enano, uno de los cuerpos más grandes del Cinturón de Kuiper”, cuenta la IAU, que ha oficializado los motes para que civiles sueñen con viajar a la montaña Kubrick o al monte Butler.