“Estamos gratamente sorprendidos. No pensamos que el público iba a responder tan rápido a una propuesta tan innovadora”, dice Julieta Novarro, una de las responsables del desembarco de Microteatro en el país. Este formato de obras breves que se presentan simultáneamente en un mismo espacio, en salas pequeñas, dando libertad al espectador para ver las que quiere y cuantas quiere, es importado de Madrid, y en Buenos Aires funciona desde agosto del año pasado en Palermo. Cada mes varía la temática que conecta a los espectáculos. En este caso es “Por tus muertos”. “Por suerte el público que suele ir al teatro acepta la propuesta; ése era un desafío. A la vez, hay gente muy curiosa que no va y tímidamente se va acercando”, destaca la actriz, socia de Pablo Bossi en el proyecto. 

Este mes, en el marco de la “sesión central”, hay obras de miércoles a domingos, desde las 20.30, dirigidas por Florencia Bendersky, Alfredo Staffolani y Horacio Nin Uría, Josefina Pieres, Daniel Casablanca, Julieta Otero y Ernesto Kullock. En tanto, en el contexto de la “sesión golfa” –miércoles y sábados desde las 22.45– se presentan trabajos de Melisa Freund, Dalia Elnecavé y Gloria Carrá, Julián Krakov, Gonzalo López, Ignacio Torres y Ezequiel Tronconi. Finalmente, los jueves y viernes a las 22.45 hay materiales de Roberto Peloni, Nacho Ciatti, Guillermo Parodi, Nicolas Teté y Guillermo Félix, Gabriela Izcovich y Esther Goris. Cada pieza se presenta cuatro o más veces por noche. Además, los martes a las 20.30 se incorporó una microvarieté (con actuación, magia, acrobacias y música). “Es interesante ver distintas miradas sobre la muerte. Es increíble cuando ofrecés una temática la cantidad de miradas que puede haber. La idea era plantear una propuesta florida y que las obras sean disímiles entre sí. Si no, el público se iba a ir con una sensación muy pesada. En general, la mirada es positiva”, describe Novarro. Dinero, sexo, amor y familia fueron otros tópicos abordados. 

Microteatro pone en escena obras de 15 minutos para 15 espectadores en salas de 15 metros cuadrados, en Serrano 1139. Es un concepto creado en España. En 2009, en plena crisis, un grupo de 50 artistas ocupó un antiguo prostíbulo que había sido clausurado y que  iba a ser demolido. Lo acondicionó y en las 13 habitaciones, 13 elencos encararon un tema común: la prostitución. La plataforma fue replicada en varias ciudades del mundo. A la Argentina llegó de la mano de Novarro y Bossi, y cuenta con la curaduría de Mey Scápola y María Figueras, que programan 18 obras diferentes cada mes. El espectador puede armar el plan que desee, ya que cada función se abona de manera individual, por un costo de 90 pesos. Un bar que ofrece comida completa la propuesta. Próximamente, será inaugurado Microteatro infantil, que funcionará los sábados de 12 a 15. Según los organizadores, 100 mil entradas fueron vendidas desde agosto.

“Cuando fui a verlo a España tenía mis prejuicios. Pensaba que eso de alguna manera iba a ningunear al teatro. Pero me di cuenta de que uno se lleva la sumatoria de las experiencias: quizá alguna obra te gustó más, otra menos. La sensación es la de haber espiado una historia en una habitación”, compara Novarro. “Me enorgullece que los artistas intervengan este espacio libremente, como si lo hubieran hecho toda la vida. Este era nuestro mayor desafío, más allá del público: que la gente de nuestra cultura adopte el formato.” En algunos casos, el equipo curatorial se pone en contacto con artistas, pero también existe una convocatoria abierta, a la que llegan más de 200 propuestas por mes. “Mucha gente ha tenido su primera experiencia teatral en Microteatro. Es un semillero”, define la productora.

También se refiere a un episodio poco feliz ocurrido recientemente, en marzo.  Un grupo que se autodenominó “Lxs hastiadxs de macriteatro” –en el que había artistas que compartieron la publicación en su Facebook– denunció que había ido a ver una obra de Microteatro después de manifestarse en Plaza de Mayo el 24 y que el personal del espacio no les permitió ingresar con pancartas y unos globos. Siempre según su versión, les dijeron que en Microteatro no se hacía política y por eso empezaron a gritar consignas sobre los desaparecidos. Uno de los responsables del lugar llamó a la Policía para echarlos.

Microteatro pidió disculpas públicas por el suceso y lo atribuyó a un “error de interpretación”. “Entraron con una bandera y lo que les pidió la boletera, desde su lugar, era si podían dejarla y ver la obra. Al ser los espacios tan reducidos, después la podían tomar… eso generó una reacción que no se esperaba. Si hubiera sido por mí, y si hubiera conocido la reacción posterior, les hubiera dicho que entraran con lo que quisieran. Con respecto al 24 no hay nada que decir: todos apoyamos este acto”, dice Novarro, y agrega que la sala no recibe subsidios del Estado. En la página microteatro.com.ar está toda la información de las funciones y se pueden adquirir las entradas.