Familiares, compañeros de trabajo y vecinos de Leandro Alcaraz, el colectivero baleado en la localidad de Virrey del Pino, marcharon ayer, a una semana del crimen, para pedir justicia y mayor seguridad de parte de la Bonaerense. Convocados a través de las redes sociales, los manifestantes se reunieron a partir de las 17 en la rotonda de la ruta 3 y por esa traza caminaron desde el kilómetro 38 hasta el 35, donde está ubicada la comisaría local. Bajo la consigna “Todos Somos Leandro”, con aplausos, bocinazos, carteles y banderas argentinas, la marcha estuvo encabezada por los familiares directos de Alcaraz (26). Mónica, la madre del chofer, vistió una remera blanca con la imagen de su hijo y afirmó que esta era la primera de “muchas marchas más”. La mujer, que reside en la provincia de Corrientes, adelantó que mientras continúe la investigación ella se va a quedar en Virrey del Pino. Por su parte, Jésica, una de las hermanas de la víctima, agradeció a la gente por el acompañamiento y sostuvo: “Queremos justicia, que se sepa la verdad y que paguen lo que hicieron.” “Pedimos que se sigan presentando los testigos porque sabemos que faltan. Eso es fundamental”, señaló Jacqueline, otra hermana de Alcaraz, quien explicó que la gente “básicamente tiene miedo” y por eso no se acerca a declarar. La mujer dijo que fue una semana “muy dura” pero que no se sienten “solos” en esta “lucha que recién empieza”. Entre los manifestantes hubo otros choferes, como Adrián, quien dijo que “Leandro necesita justicia”. Por el crimen, sigue detenido un chico de 18 años, quien se declaró inocente. La declaración del joven además habilitó la liberación de un chico de 17 que también había sido detenido y pasado por la trituradora informativa.