Durante los meses de noviembre y diciembre de 2014, el fotógrafo Pablo Piovano decidió recorrer por cuenta propia áreas rurales de las provincias de Entre Ríos, Chaco y Misiones para ser testigo del efecto del uso de agrotóxicos en los pobladores. En un viaje de seis mil kilómetros, documentó la vida de los pueblos que conviven con las fumigaciones y los efectos de los químicos sobre la salud de los habitantes más desamparados. La muestra fotográfica se llamó El costo humano de los agrotóxicos y recorrió –y sigue recorriendo– parte del mundo. “Es un talento Piovano. Es extraordinaria esa muestra. Esa es la fuerza del artista plástico: componer imágenes, porque no es un simple testimonio. Son cuadros, pero de una potencia que no necesita palabras. Es un gran artista Piovano”, concluye el cineasta.
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