Cercado entre las tarifas y el dólar, los teléfonos en el Gobierno estuvieron en llamas todo el día de ayer. Pese al clima de crisis, desde la Casa Rosada se esforzaron por transmitir una fingida tranquilidad. “Las situaciones de volatilidad no nos tienen que asustar, tienen que ser parte del aprendizaje de vivir con un tipo de cambio flotante”, sostuvo el jefe de gabinete Marcos Peña. Más temprano, el presidente Mauricio Macri planteó en una reunión de gabinete que las tarifas no se modificarán y respaldó la gestión de Federico Sturzenegger frente al Banco Central. Hacia la tarde, el oficialismo jugó la carta de Elisa Carrió. Asistió a un encuentro en la Rosada –algo inhabitual en ella– y luego salió a hablar con la prensa para asegurar que no hay que preocuparse por el dólar: por la suba, culpó a la guerra comercial entre Estados Unidos y China y sostuvo que “a los de afuera lo que le da miedo es el regreso del kirchnerismo”.

Temprano, y cuando el dolar iba escalando pero no había pegado todavía el salto más grande del día, el presidente Macri encabezó una reunión de gabinete en la que bajó línea sobre los dos temas más urticantes para el oficialismo: la ofensiva opositora para moderar las subas de tarifas y el incremento del dólar, que hasta ahora no parece haber sido controlado. Según testigos, Macri se mostró severo en ambos temas. Como hace un tiempo había hablando de una “batalla cultural” para mejorar la imagen de la policía tras el caso Chocobar, ahora Macri eligió el mismo término para referirse a la resistencia de la población a pagar tarifas exhorbitantes.

Según pudo reconstruir este diario, sobre las tarifas aseguró que hay que llevar adelante “una batalla cultural para bajar el consumo”. Insistió con datos que vienen repitiendo los funcionarios oficiales: “Pagamos una tercera parte de lo que pagan nuestros vecinos en Chile y Uruguay y consumimos un 75 por ciento más”, precisó el mandatario, quien se mantiene firme detrás del ministro de Energía, Juan José Aranguren. Macri ratificó que, de aprobarse el proyecto opositor, él lo vetará.

Sobre el dólar, Macri atribuyó el alza a una cuestión global. “Esta es una suba que se está dando en todo el mundo y es normal. El Banco Central lo va a ir controlando. En otros países, la suba del dólar no impacta en la economía, pero acá sí nos pega en la inflación”, admitió Macri ante sus ministros, palabras más, palabras menos. “Para mayo la inflación va a estar bajando”, pronosticó Macri en el encuentro, en el que respaldó explícitamente la gestión de Sturzenegger en uno de los peores días del presidente del Banco Central. Se planteó una mayor difusión de las conquistas del macrismo en materia económica.  

Algunos de los habitantes de la Rosada sostienen que hay más intranquilidad con el dólar afuera que adentro de Balcarce 50. Pero no pudieron negar que ayer fue un día de inusual agitación. Tras la reunión que encabezó Macri, Peña salió a intentar sostener que no hay de qué preocuparse. “Es parte de este aprendizaje de vivir en un tipo de cambio flotante. No nos tiene que asustar”, dijo Peña. Sobre las tarifas, tras reiteras los argumentos habituales, agradeció “la actitud de varios gobernadores” que, tras el reclamo público que les hizo el jefe de Gabinete –y más de un llamado– salieron a desmarcarse del proyecto que, no obstante, sigue avanzando.

Lilita a alfil 4

En una movida teatral, Carrió apareció a las 16.30 en la entrada de Casa Rosada y tuvo reuniones con Aranguren, con quien habló de las tarifas, y con el secretario de Coordinación Estratégica, Fulvio Pompeo, a quien le contó de su gira por Estados Unidos y sus gestiones ante los organismos interamericanos de derechos humanos para revertir la imagen del país tras los casos de Milagro Sala y Santiago Maldonado. Pese a que circuló que Carrió había visto también a Peña, no se reunirá con el jefe de Gabinete hasta la semana que viene. Luego de un último encuentro con Fernando Sánchez, el único funcionario de la Coalición Cívica, Carrió salió y tuvo un encuentro con los periodistas, donde reiteró los senderos que ya había transitado Peña. Claro que con su estilo: “Es un día con gestos y ese gesto es que estoy en la Casa Rosada. Quiero llevar tranquilidad a toda la Argentina. El dólar va a bajar. Hay una guerra comercial mundial. No hay que alarmarse. Tenemos que acostumbrarnos a estas fluctuaciones”, indicó la líder de la Coalición Cívica. “Yo te puedo asegurar que Estados Unidos estaba lleno de argentinos y hay que acostumbrarse a que el dólar vale”, dijo la diputada, quien dio su propia interpretación de qué debería dar miedo: “A los de afuera lo que les da miedo es el regreso del kirchnerismo. Se preguntan si vamos a poder gobernar”.

También dio su versión de la suba de precios: “¿Se acuerdan con los supermercados, no venden nada porque están carísimos. Yo no voy mas a los supermercados. Los ciudadanos tenemos que buscar mercados. Nosotros compramos en cualquier lado y nos quejamos”, afirmó Carrió, quien se ocupó de defender la suba de tarifas. “Estamos pagando la fiesta de los kirchneristas”, aseguró.