A favor
- Es un grave problema de salud pública y como cualquier hecho sanitario debe ser atendido por el sistema de salud. La mortalidad materna por aborto supone muertes evitables.
- Existe una falta de capacitación a profesionales de la salud en relación a la interrupción del embarazo y un estigma sobre quienes deciden garantizarlo en los casos en los que es legal.
- La objeción de conciencia supone un privilegio para no realizar prácticas. Tiene que estar escrito e informado por adelantado, dado que si no puede retrasar los tiempos y el acceso a la práctica. Esta situación no exime a profesionales de la salud de su deber de brindar información y de realizar la derivación correspondiente de manera rápida y oportuna.
- A las mujeres las mata la inseguridad como un continuo de un procedimiento que las obliga a buscar atención en la clandestinidad.
- Hay vida desde la concepción pero ello no implica que haya una persona. No existe acuerdo en la comunidad científica sobre desde cuándo hay una persona humana.
- La interpretación en un sistema legal por causales, como el vigente, resulta complicada para los equipos que deben decidir si una mujer reúne los requisitos suficientes para acceder a un aborto legal. Esta realidad, promueve prácticas abusivas y obstaculizadoras que dañan a las mujeres.
- La medicación recomendada por la OMS es el misoprostol combinado con mifepristona, ambos forman parte del listado de medicamentos esenciales por haberse demostrado su eficacia y perfil de seguridad.
- La técnica de Aspiración Manual Endouterina es sencilla, de bajo costo y está recomendada por el Ministerio de la Salud de la Nación.
- Despenalizar y legalizar el aborto contribuye a una subjetivación social diferente en relación al tema, implica un cambio en la enseñanza de las universidades y en la práctica clínica.
- Cuando las mujeres son atendidas respetando sus derechos y autonomía, brindándoseles información científicamente validada, oportuna y expresada en términos que ellas puedan comprender, no quedan instaladas en sufrimiento y dolor aun cuando transitan un duelo.
- La estrategia de los grupos de oposición ha sido generar desconocimiento e ignorancia en relación a la regulación del aborto en el país por parte de las/os profesionales de la salud.
En contra
- El juramento hipocrático obliga a las/os médicas/os a proteger la vida.
- Hay vida desde la concepción y el embrión humano es, desde el primer momento, una persona. El embrión o feto es un paciente.
- En base a la teoría de la evolución de Darwin, se puede afirmar que “los embriones” de todos “los vertebrados” son “individuos diferentes de sus progenitores”. Desde la concepción hay otro ADN.
- El espermatozoide y el óvulo son células vivas porque pertenecen a un organismo vivo. Cuando se juntan se produce un “big bang” que puede vivir “hasta 100 años” y esa unión genera un “nuevo individuo” que se “autogestiona, se autodirige, se autoalimenta”. Este nuevo cuerpo es otro, no el cuerpo de la mujer.
- El aborto tiene efectos psicológicos sobre la mujer, esto se llama “estrés postraumático”. Al no tener un “cuerpo” para hacer un duelo, puede compararse con un “desaparecido”.
- El aborto es pena de muerte. En un aborto hay dos “personas” que “fallecen”.
- Las/os profesionales de la salud deben poder ejercer su profesión sin presiones y respetando su libertad de conciencia. Cada persona tiene derecho a construir su propia escala de valores y el derecho moral a oponerse a casos que colisionan con su conciencia.
- Hay que educar para que se tomen mejores decisiones dado que la fertilidad se presenta en forma cíclica. Sin ovulación no hay posibilidad de nueva vida y sin endometrio esa vida no prospera.
- La salud pública argentina necesita propuestas que cuiden y protejan a “los dos” tanto al “bebé” como a la mujer, “la muerte nunca puede ser la solución”.
- El “síndrome posaborto” en varones presenta depresión, suicidio, riesgos de adicciones. En este proceso se silencia al varón pero en él se ven cambios hormonales, crisis de pánico y trastornos de ansiedad.