A puertas cerradas, el procurador general interino Eduardo Casal encabezó el acto por el Día Nacional de Lucha contra la Violencia Institucional, en el cual fueron oradores dos funcionarios del Ministerio de Seguridad y de Derechos Humanos que tuvieron protagonismo en el caso por la desaparición y muerte de Santiago Maldonado. 

Daniel Barberis, director de Violencia Institucional del ministerio, que fue el encargado de entrevistar a los gendarmes que reprimieron en la Pu Lof de Cushamen el 1 de agosto y prepararlos para sus declaraciones ante la justicia, habló ayer en la Procuración. También Matías Garrido, que fue parte de la comitiva que estuvo en Esquel la misma noche que la familia del tatuador fue espiada. 

Casal inició su discurso destacando la intervención del Ministerio Público Fiscal desde el gobierno anterior para combatir la violencia institucional. Luego, Andrés Heim, actual titular de la Procuvin, brindó una amplia definición del concepto de violencia institucional, que a su criterio son “diversos comportamientos delictivos contra la integridad, la libertad, la dignidad y la vida de las personas a través del poder abusivo de las fuerzas de seguridad en cuanto a detenciones reclusiones ilegales, requisas y uso ilegal de la fuerza”. En agosto, Barberis había dicho a los gendarmes que reprimieron a los mapuches en la que participó Maldonado: “Ahora están pidiendo la cabeza del Presidente. En este barco estamos juntos”. Ayer, en el acto sin público de la Procuración, integró el panel sobre represión estatal.