Luego de anunciar un acuerdo con el FMI, el presidente Mauricio Macri consiguió sacarse una foto con cinco gobernadores peronistas que respondieron a su invitación. El encuentro, que venía coordinándose desde antes del anuncio del acuerdo con el organismo multilateral de crédito, sirvió para recomponer en parte la relación de Macri con los mandatarios provinciales, que se había tensado por la disputa de las tarifas y la decisión del presidente de demandarles que bajaran impuestos provinciales. En el encuentro, les garantizó que no les frenará las obras que están en curso (una preocupación que sobrevuela desde que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anunció un mayor ajuste). También explicó detalles del acuerdo con el FMI y de la situación económica. Si bien ninguno respaldó públicamente el acuerdo, la foto fue leída en la Casa Rosada como un apoyo en un momento complejo. “Todos están convencidos de que hay apoyar. Es un camino con muchos obstáculos, pero todos entendemos que es el único camino”, aseguró el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

El cónclave, en rigor, había comenzado a gestarse hace una semana, cuando Frigerio y su equipo empezaron a fatigar los teléfonos de los mandatarios para conseguir un encuentro con el presidente, donde se recompusiera la relación de cara a 2019. En el medio, sobrevino la corrida del dólar, los anuncios de mayor ajuste en la obra pública que lanzó Dujovne el viernes pasado y, finalmente, la decisión del presidente Macri de volver a pedir un préstamo al FMI. Todo esto, claro está, estuvo sobre la mesa en el encuentro.

Asistieron a la Rosada el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti; el de Entre Ríos, Gustavo Bordet; el de Tucumán, Juan Manzur; el de San Juan, Sergio Uñac; y el de Chaco, Domingo Peppo. Este último había sido crítico del acuerdo con el FMI: “Tener que volver al Fondo Monetario es volver nuevamente a años difíciles de los que pudimos salir”, indicó. “Hay que valorar el hecho de que tuvimos un presidente que fue Néstor Kirchner, que nos sacó del Fondo Monetario y permitió que podamos llevar adelante, en nuestra plena soberanía política y económica, nuestras propias políticas; y fueron épocas de crecimiento en nuestro país. Sería grave y lamentable que el pueblo nuevamente tenga que pagar las negligencias económicas”.

El único otro gobernador que salió en este mismo sentido fue el de Santa Fe, Miguel Lifschitz, quien planteó: “Esto es confirmar un camino que ya conocemos. Nos trae recuerdos de situaciones anteriores donde al problema cambiario y déficit fiscal y financiamiento externo, aparece como salvador el FMI, y cuando éste entra se va caminando por un desfiladero cada vez más angosto por condiciones más estrictas. Es un camino sin retorno, muy complejo que nos lleva a situaciones de crisis y hasta problemas institucionales”, remarcó.

Uno de los pedidos que recibieron los gobernadores ayer fue ser más cautelosos a la hora de hacer declaraciones de este tipo mientras el Gobierno está en plena negociación con el FMI. “Lo que se les pidió que no salgan a tirarnos pirotecnia. Pedimos que haya racionalidad en la discusión política, porque todos tienen que salir emitir deuda”, advirtieron en Balcarce 50. Macri les explicó cuales fueron las condiciones que llevaron a que se resolviera ir por un préstamo del FMI y les dio algunos detalles (no muchos) de las negociaciones. Un punto a favor que mencionaron desde el oficialismo es que ninguno de los presentes se mostró de acuerdo con que el las tratativas con el Fondo pasen por el Congreso, como reclaman desde sectores del peronismo y el kirchnerismo. Si bien la mayoría de los gobernadores mantuvieron silencio como les pidió el presidente, el objetivo no se cumplió de todo: ayer otros dos salieron a criticas el acuerdo con el Fondo (ver recuadro).

Obras y ajuste

El encuentro tuvo otros condimentos que les importaban particularmente a los gobernadores. Macri les garantizó que no se frenará la obra pública en sus provincias: se trata de 185 mil millones de pesos sumando los presupuestos de los ministerios de Interior, Energía y Transporte. Macri también les pidió trabajar en la agenda de 2019: conversaron sobre el plan de obras para el año que viene e intentó asegurarse un respaldo al Presupuesto 2019. En el entorno de uno de los gobernadores asistentes indicaron: “Fue una reunión larga, más de lo habitual en este tipo de reuniones. Hablaron mucho del tema de reducción del gasto público: Macri les pidió esfuerzos y acompañamiento”.

El Gobierno tuvo un par de bajas de último momento de gobernadores que podrían haber engrosado el encuentro. Por ejemplo, la mandataria de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, debió suspender su viaje por una enfermedad. Viajó su vicegobernador, Juan Carlos Arcando, quien estuvo reunido con el viceministro de Interior, Sebastián García De Luca. El de Salta, Juan Manuel Urtubey, fue disculpado dado que acaba de ser padre. El de Neuquén, Omar Gutiérrez, está de viaje en Houston. 

Quienes llegaron a la tarde y se reunieron aparte con el presidente fueron 

el gobernador de Misiones, Hugo Passalaqua –el temporal le impidió volar antes– y el de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. En total, contando gobernadores y vicegobernadores, en el oficialismo se anotaron ocho representantes provinciales ayer. Suficiente para demostrar la muñeca del Ministerio del Interior en un momento de mucha dificultad económica. Tanto el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, como la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal estaban en la Rosada almorzando con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, pero no se sumaron a ninguna de las charlas con otros gobernadores. 

Frigerio estuvo a cargo de informar lo ocurrido en el encuentro de los cinco primeros gobernadores. “Fue una reunión que pidió el presidente y arrancó con este grupo de gobernadores del PJ federal. Vamos a tener más reuniones con gobernadores”, adelantó. “El presidente explicó el momento económico y político que está viviendo la Argentina. Obtuvimos un mensaje de apoyo, de que estamos todos en el mismo barco”, destacó el ministro. 

“La idea es que utilicemos todos los instrumentos que están a nuestro alcance para que esta recuperación de la economía argentina se pueda sostener en el tiempo. Esa es la idea del crédito que estamos pidiendo ante el organismo multilateral, que va a permitir generar esta confianza en el mercado y a su vez el crédito que necesitan los gobiernos provinciales para avanzar en obras de infraestructura. Todos están convencidos de que hay apoyar. Es un camino con muchos obstáculos, pero todos entendemos que es el único camino”, remarcó. E indicó que los gobernadores que asistieron “están completamente en contra de que esa discusión se de en el Congreso. Entienden que es una prerrogativa del Gobierno”.

Lo mismo ocurre con las tarifas, un tema que fue poco explorado en el encuentro (no se detuvieron a discutir qué harán los senadores de cada provincia, ahora que el proyecto va a la Cámara alta). Frigerio acotó: “Por supuesto que se habló de lo que ocurrió en la Cámara de Diputados con tarifas. Todos los gobernadores se manifestaron en contra de que las tarifas sean tema de discusión en el Parlamento. Ellos acuerdan que es una potestad del Ejecutivo. Ahora viene otra instancia en Senadores y entiendo que esta posición de los gobernadores va a ser ratificada”.