El gobernador de Santa Fe, el socialista Miguel Lifschitz, fue muy duro en sus críticas al gobierno de Mauricio Macri y consideró que la reunión que hizo el jueves con cinco gobernadores del peronismo “dialoguista” fue “para repartir el costo político de haber vuelto al FMI”. Sin vueltas, evaluó que el momento económico que vive el país “hay similitudes con el 2001”.

“El diálogo es positivo cuando hay autocrítica y se escuchan otras opiniones, pero en este caso fue para ratificar una posición”, disparó el gobernador socialista respecto al encuentro en la Casa Rosada. Lifschitz fue particularmente crítico con la decisión de recurrir al auxilio del FMI y consideró que “de aquí a unos meses” el Gobierno va a tener “que volver a ir a pedirle 30 mil millones de dólares” al organismo que dirige la francesa Christine Lagarde.

“Hay una sucesión de situaciones que nos traen recuerdos a otros momentos de la historia argentina. Nos inducen a pensar que no vamos en el mejor camino. Vemos con preocupación lo que pasa en el país. Hay similitudes con el 2001”, evaluó el gobernador de Santa Fe en declaraciones a FM La Patriada. Por eso consideró que “de aquí a unos meses” iban a tener que peregrinar  nuevamente a Washington para pedir otros miles de millones.

También se quejó de que en el gobierno de Macri “hay una decisión de traspasar el costo político de los tarifazos a las provincias”. Sostuvo además que “en Santa Fe se nota el disgusto con el Gobierno nacional” y planteó que “la gente puede aceptar sacrificios si ve la luz al final del túnel, pero en el último tiempo se ve mucha gente decepcionada”.