Al menos 52 personas murieron, entre ellos un niño de 12 años, durante la represión que el Ejército israelí desató contra las protestas palestinas por el traslado de la Embajada de Estados Unidos a Jerusalén, en lo que es interpretado como un abandono de Washington en el rol de mediador por la paz en esos territorios de Medio Oriente. A pesar de los muertos y los 1700 heridos, el presidente Donald Trump expresó en Twitter que hoy es "un gran día para Israel".

Trump no eligió cualquier día para concretar la polémica mudanza de la sede diplomática. Hoy es el aniversario 70 de la creación del Estado de Israel sobre territorios que Palestina reclama como propios. De hecho, esa nación a la que se le niega el reconocimiento como Estado conmemora hoy la Nakba o "catástrofe".

Las fuerzas israelíes habían advertido a la población con panfletos lanzados desde el aire de que no se acercaran a la frontera. La ciudad de Jerusalén está blindada, pero las advertencias no sirvieron de mucho. Miles de personas se concentraron en la frontera de la Franja de Gaza y minutos después el Ejército arrojó gases lacrimógenos. Luego fue peor.

La aviación bombardeó objetivos del movimiento Hamás, en respuesta a disparos contra las tropas en la frontera. "Los aviones atacaron los puestos militares de Hamás cerca de la zona de Yabalia después de que las tropas recibieran disparos desde el norte de la Franja. Ningún soldado resultó herido", indicó Tel Aviv en un comunicado.

La nota militar asegura que también se ha "frustrado un ataque terrorista" al disparar contra tres palestinos que "intentaron colocar un artefacto explosivo junto a la valla de seguridad en el área de Rafah". En manifestación de la frontera se contabilizaron al menos 35 mil palestinos.

El Ministerio de Salud de Gaza confirmó la muerte de al menos 52 personas, una de ellas es Az-Adin Asamak, un niño de 12 años. Los heridos fueron derivados a centros asistenciales por diversas causas. En total 61 palestinos murieron víctimas de disparos israelíes en las masivas protestas que se desarrollan en la frontera de Gaza e Israel desde el 30 de marzo. 

El Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial "exhorta al Estado parte (Israel) a poner fin inmediatamente al uso desproporcionado de la fuerza contra manifestantes palestinos, que se abstenga de todo acto que pueda dejar nuevas víctimas y que garantice que los heridos palestinos tengan un acceso rápido y sin trabas a la atención médica"

Al mediodía será la apertura formal del consulado estadounidense en el barrio de Arnona, que se convertirá oficialmente en la embajada y todo será transmitido en directo por la cadena de televisión Fox. Trump lo celebró en Twitter: “La inauguración de la Embajada de Estados Unidos en Jerusalén estará cubierta en vivo (…) ¡Es un gran día para Israel!”

El departamento de Estado norteamericano anunció su intención de construir un nuevo edificio más adelante, en un lugar que todavía no fue revelado. "Al principio la embajada temporal de Arnona albergará despachos para el embajador y un número reducido de personal", dijo a la AFP una fuente de la administración estadounidense.

La decisión de la administración Trump despertó más alertas en la región. La Liga Árabe anunció que convocará a una reunión de urgencia para el miércoles con sus representantes permanentes en El Cairo. La convocatoria fue "por petición del Estado de Palestina" para discutir "los modos de enfrentar la decisión ilegal de Estados Unidos", anunció Said Abu Ali, secretario general adjunto para Asuntos Palestinos de la Liga Árabe.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, también envió un mensaje desde Londres. "Con su último paso -dijo-, Estados Unidos ha elegido ser parte del problema, no de la solución, y ha perdido su papel como mediador en el proceso de paz."