Luego de que el interrogante ¿“Y dónde está Mariu?” lanzada por la oposición se convirtiera en viral en las redes sociales, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal salió ayer finalmente a dar su parecer sobre la crisis que atraviesa el Gobierno. “Creo que los que gobernamos no somos ni seres iluminados ni dueños de la verdad y, como grupo humano que somos, somos imperfectos y es imposible pensar un cambio como el que encaramos en el 2015 sin cometer ningún error”, dijo Vidal en diálogo con radio Mitre.

“Hemos avanzado mucho, en muchos planos. Una cosa es reconocer una dificultad y que hay que hacer correcciones, pero eso no significa que el camino siga siendo el menos difícil para la gente y el posible para salir adelante”, sentenció. Antes que profundizar la autocrítica, Vidal prefirió echar culpas a la gestión anterior. Dijo que cuando Cambiemos asumió el gobierno evaluaron que tenían tres caminos posibles: “Seguir haciendo kirchnerismo, que era algo que la gente no votó; hacer un ajuste que implicaba aumentar 20 veces las tarifas de luz, 12 veces la del gas de golpe y afectar a mucha gente, pero sobre todo a los que menos tienen; y teníamos un tercer camino, no exento de dificultades, pero que elegimos para cuidar a los que menos tenían, para que los esfuerzos de todos los argentinos fuera el menor posible, que es el gradualismo”, cerró.