Marcos Acuña y Rodrigo Battaglia, ambos incluidos en la primera nómina de convocados para el Mundial, fueron agredidos por barrabravas de Sporting de Lisboa durante el entrenamiento del plantel, previo a la final de la Copa de Portugal. Unos 50 violentos irrumpieron a cara tapada, amenazaron a periodistas, destrozaron el vestuario y golpearon a jugadores. El club luso repudió vehementemente estos hechos que constituyen un “crimen”.