Al menos cinco muertos, entre ellos una nena de 11 años, es el saldo de una tormenta que azotó ayer Nueva York y devastó amplios sectores del noreste y la costa atlántica de Estados Unidos. Cerca de medio millón de usuarios quedaron sin servicio eléctrico en Pensilvania, Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, y en el sur de Massachusetts cayó granizo del tamaño de una pelota de golf. Además se registró un tornado en Pensilvania y Virginia. En la Ciudad de Nueva York, miles de viajeros se quedaron varados en la terminal Grand Central por la suspensión temporal del servicio del metro por la caída de árboles sobre las vías. “La preocupación por inundaciones próximas se extiende desde Virginia hasta el sur de Nueva Jersey, donde se prevén precipitaciones muy copiosas”, dijo el meteorólogo Michael Guy.