Angola se llama Angola por el origen de los esclavos que trabajaban en una plantación del sur de Estados Unidos en el siglo XIX. Está ubicada en Luisiana, que tiene la tasa más alta de reclusos del país. Es la cárcel de máxima seguridad más grande de EE.UU. La mayoría de su población penal es de la misma raza que sus antepasados. Negros explotados de manera criminal que a menudo mueren dentro de su perímetro. En ese Estado que cruza el río Misisipi fermentó la huelga de presos que se anticipa para el 21 de agosto de este año. 2018 comenzó con conflictos y protestas que van camino hacia otra medida unificada en las cárceles de EE.UU. Se prolongará hasta el 9 de septiembre, cuando se cumpla un nuevo aniversario del levantamiento en la prisión de Attica, ocurrido en 1971. Ese fue el motín más sangriento de la historia de EE.UU. Murieron 43 personas, entre presos y rehenes. La orden de entrar a matar al penal la dio el ex gobernador de Nueva York, Nelson Rockefeller. La última gran huelga de detenidos sucedió hace dos años y comenzó en otro aniversario de la matanza de Attica. Alcanzó a cuarenta penitenciarias del país. Angola fue uno de sus escenarios, con sus plantaciones, bosques y lagos, donde los presos cultivan maíz, soja, algodón y trigo. También hay cabezas de ganado. Está ubicada a unos 250 kilómetros de Nueva Orleans y se parece mucho a esos campos de esclavos de las películas de Hollywood.