El caso del cura Justo Ilarraz, condenado por abuso sexual, tiene antecedentes en la provincia de Entre Ríos. Por delitos similares fue condenado, en septiembre de 2017 el sacerdote Juan Diego Escobar Gaviria, quien recibió también una pena a 25 años de prisión. Los delitos, en el caso de Escobar Gaviria, fueron por hechos de abuso sexual contra al menos cuatro niños que asistían a su parroquia, en la localidad entrerriana de Lucas González. El Tribunal de Juicio de Gualeguay consideró que el sacerdote colombiano de 58 años era responsable de los delitos de “promoción de la corrupción de menores reiterada” agravada por la “condición de guardador” que “a su vez es en concurso real con abuso sexual simple agravado por ser cometido por un ministro de culto”.