El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, advirtió ayer que el odio contra los extranjeros ya no es algo exclusivo de los partidos populistas de derecha en Europa, sino que también llegó a las agrupaciones de centro.

“Estamos en un retroceso a una era en la que los racistas y los xenófobos inflaman odio y discriminación entre el público mientras se ocultan bajo la apariencia de democracia y de imperio de la ley”, denunció Zeid en una conferencia para conmemorar el 25 aniversario de la Declaración de Viena. Dicha declaración fue adoptada por los miembros de las Naciones Unidas para establecer los principios universales de Derechos Humanos ante el surgimiento de la Guerra Fría y las guerras en la antigua Yugoslavia. El representante de Naciones Unidas lamentó, a su vez, que esa fecha coincidiera con un momento en el que, según dijo, se desprecian los derechos de gente que ha sido obligada a huir de sus hogares porque, explicó, las amenazas que afrontan allí son más peligrosas que los riesgos de su viaje.

Según el funcionario de la ONU, en muchos países del mundo ha habido un retroceso en los derechos humanos. “Aquí en Europa, en muchos países hay un auge de los partidos etno-populistas, alimentando el odio y el miedo en sus sociedades y profundizando las divisiones”, señaló en Viena. “Prácticamente a todo lo largo de Europa el odio contra los migrantes se ha infiltrado en los partidos tradicionales y ha distorsionado el panorama político hacia una mayor violencia y sufrimiento”, declaró Zeid.

El diplomático de la ONU, de origen jordano y sueco, había cuestionado previamente las controvertidas y duras políticas de Hungría con los refugiados y los grupos que los ayudan. Esta vez fue especialmente crítico con Austria, donde el gobierno, formado por una coalición anti-inmigración de conservadores y la extrema derecha, ha aprobado varias leyes que empeoran la situación de los inmigrantes y refugiados. “En este país, más que ningún otro debería ser consciente de los peligros de la retórica sobre división étnica (...), recientemente se han hecho declaraciones falsas y escandalosas que no están en consonancia con la Declaración de Viena”, señaló, sin dar más detalles, en el acto donde estaba junto a la ministra de Exteriores de Austria, Karin Kneissl.