El Banco Central mantuvo ayer la tasa de interés de referencia en 40 por ciento. “Se considera que la tasa debe sostenerse en niveles elevados para contener el traslado a los precios de la depreciación del peso”, dijo el organismo a través de un comunicado. Agregó que “la autoridad monetaria, mirando hacia adelante, considera que al ubicarse la inflación por encima de lo proyecto en lo que va de 2018 y al enfrentarse a un escenario de mayor inestabilidad de los mercados emergentes, se requiere para el futuro próximo un nivel de tasas reales significativamente mayor al observado antes de los últimos cambios (finales de abril)”. 

El nivel de tasas es mayor al que fijo a finales de 2015 (38 por ciento), cuando aseguró que era el camino indicado para bajar la inflación. La entidad en ese momento proyectó que iba tener precios debajo del 15 por ciento para este año, pero la realidad fue bien diferente. La inflación se ubica por encima del 25. 

La respuesta a la tensión generada por las Lebac en los últimos dos meses fue más tasa de interés y fijar el tipo de cambio en 25 pesos. La política es muy diferente respecto de la que defendía el Central a comienzo de marzo, cuando comenzó a intervenir en la plaza cambiaria vendiendo reservas. La entidad mencionaba hasta ese momento en sus comunicados de política monetaria que una tasa del 27 por ciento y un esquema de tipo de cambio flexible eran suficientes para cumplir con las meta de inflación. Ahora el Central modificó ese discurso y asegura que el objetivo de precios para 2018 sólo se logrará con niveles de tasa del 40 por ciento. “El Banco Central conducirá su política monetaria para alcanzar la meta del 15 por ciento en 2018”, desafió la entidad. Los consultores del mercado calculan la inflación por encima del 25 por ciento para este año. 

El comunicado de política monetaria cuenta con un apartado de estadísticas de precios, en el que se describe la evolución de la inflación minorista pero también de mayoristas y otros datos. Uno de los que sorprende es el nivel de inflación mayorista, la cual en abril anotó un incremento del 29,2 por ciento interanual, cuando en noviembre del año pasado la cifra era de 17,7 por ciento. La aceleración de estos precios fue notable, de casi 12 puntos porcentuales. El Central, sin embargo, mantiene firme su diagnóstico de que la inflación se desa- celera y que las subas de los últimos meses tienen elementos transitorios. Economistas de distintas corrientes aseguran que lo único que puede ayudar a contener los precios para la segunda mitad de este año es el freno de la economía en el mercado interno, lo que se potenciaría por el ajuste del gasto público, la tasa en niveles elevadísimos y la mayor volatilidad. 

En lo que refiere al dólar, la cotización minorista cerró ayer en 24,86 pesos, con una baja de 7 centavos. En dólar mayorista se ubicó en 24,28 pesos, al retroceder en cinco centavos, y registrarse oferta de divisas privadas. El mercado movió un volumen de 870 millones de dólares, con una suba de 48 por ciento en relación con el lunes. Las tasas de 40 por ciento y la oferta fija del Banco Central de 5000 millones de dólares para ponerle un techo al mercado frenaron provisoriamente las presiones con el dólar. El problema es que los elementos que la generaron no desaparecieron sino que se potenciaron. 

En la próxima licitación de Lebac, el 19 de junio, deberán renovarse unos 626 mil millones de pesos y en el mercado aseguran que el organismo a cargo de Federico Sturzenegger ya estudia alternativas para limitar la carga de los vencimientos. Las reservas del Central se ubicaron en 54.261 millones, al caer 13 millones. 

La bolsa porteña, pese a la mayor estabilidad del dólar, registró ayer una caída del 2 por ciento, en donde se destacaron las pérdidas de los bancos y de las gasíferas. Metrogas marcó una merma del 6,7 por ciento y Transportadora Gas del Sur un retroceso del 4,7 por ciento. Se subrayó además la baja del 8,1 por ciento del Supervielle y del 2,5 por ciento del Galicia.