“A seis meses del asesinato de Rafael Nahuel seguimos pidiendo justicia”, dijo Sergio Maldonado, hermano de Santiago. La misma exigencia fue repetida por Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo LF, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, y los músicos Ricardo Mollo y Kevin Johansen. Así expresaron su solidaridad con la familia del joven mapuche asesinado durante una incursión del grupo Albatros de la Prefectura Naval en la comunidad Lafken Winkul Mapu, dos días después del desalojo que había pedido Parques Nacionales. Los Nahuel ya solicitaron que sean indagados y detenidos los prefectos sospechados de haberle disparado por la espalda, aunque la justicia aún no dio señales en tal sentido a pesar de que varios de ellos resultaron con restos de pólvora en sus manos. Por otra parte, fue apelado a la Corte Suprema el pedido de detención de los mapuches Fausto Jones Huala y Lautaro González, quienes bajaron el cuerpo moribundo de Nahuel del cerro en Villa Mascardi, a 35 kilómetros de Bariloche.

“Este mensaje es para su familia, que no baje los brazos y siga luchando, la justicia es lenta y a veces injusta pero es la única herramienta que tenemos, pero tarde o temprano los responsables van a pagar”, expresó el mayor de los hermanos Maldonado en un video. “Verdad y justicia por Rafael Nahuel y Santiago Maldonado, presentes”, agregó. Por su parte, Cortiñas dijo a la familia que repudia “cada día el cobarde asesinato por la espalda, un luchador mapuche que defiende la riqueza de su tierra”, y pidió “que se haga justicia por él como símbolo para toda esa comunidad”. 

Para Pérez Esquivel “es un ser querido que partió pero estará siempre en la mente y los corazones del pueblo”. Y agregó: “Repudiamos la represión y la búsqueda de mapuches por un crimen que no cometieron, al contrario hay una política represiva contra los pueblos originarios por parte de un gobierno que trata de revivir la política de los dos demonios cuando acá hubo un genocidi

El 25 de noviembre por la tarde, el mismo día que Santiago Maldonado estaba siendo velado, el Estado se cobraba una nueva víctima. Rafael Nahuel de 22 años ingresaba sin vida al hospital Ramón Carrillo producto de un disparo por la espalda de un arma calibre 9 milímetros. La comunidad Lafken Winkul Mapu integrada por unas cincuenta familias en la zona de Villa Mascardi desde el día 23 de noviembre de 2017 sufría un brutal desalojo ordenado por el juez Gustavo Villanueva porque Parques Nacionales se arroga el territorio de la lof (comunidad) y la Justicia decidió un operativo conjunto compuesto por el grupo Albatros de Prefectura Naval Argentina, la Policía Federal y Gendarmería para efectuar el desalojo.

En un video de aquel jueves 23 de noviembre, se puede observar el enorme despliegue represivo: más de 450 efectivos para desalojar a cincuenta familias. Hubo varias personas detenidas, entre ellas cinco niños de entre 1 y 10 años. Las imágenes con los menores con precintos en las manos despertaron indignación. Dos días después Rafita, como le decían, era asesinado y otras dos personas fueron heridas a balas. 

Como había sucedido con Santiago Maldonado, el gobierno nacional y los de Chubut y Río Negro desplegaron similares prácticas para encubrir la responsabilidad de los uniformados. Luego de criminalizar a la víctima, fraguar la escena del crimen y ocultar las pruebas, la ministra Patricia Bullrich legitimó el accionar afirmando que se había tratado de un “enfrentamiento”. Y volvió a apelar al mismo argumento: el relato de un “enemigo interno” apuntando al pueblo mapuche y su relación con la ficticia RAM (Resistencia Ancestral Mapuche).

Las dos personas que bajaron de la montaña con Rafael herido, Fausto Jones Huala y Lautaro Alejandro González, fueron indagados, estuvieron detenidos unos días y luego liberados pero procesados por el delito de ‘usurpación’. Ambos jóvenes hoy corren riesgo de ser nuevamente detenidos por un reaccionario fallo de la Cámara de Casación, que se encuentra apelado ante la Corte Suprema por parte de la defensa de los jóvenes mapuches, Sonia Ivanoff y Matías Schraer.