Lejos de las movilizaciones populares, Mauricio Macri encabezó una breve ceremonia en la residencia de Olivos. Allí posó para las fotos sirviendo el tradicional locro y envió un mensaje repleto de sus habituales slogans sobre el consenso y el diálogo. “Todo pasa por ponernos de acuerdo, que sigamos construyendo esas bases sólidas que nos permitan crecer, no un año ni dos, sino 20 años seguidos y así derrotar definitivamente la pobreza”, dijo Macri por la tarde de ayer, mientras cientos de miles de personas se manifestaban en la avenida 9 de Julio contra la vuelta al Fondo Monetario Internacional y la política económica del Gobierno. 

Acompañado por su esposa, Juliana Awada, algunos funcionarios del gabinete nacional y un selecto grupo de vecinos, el Presidente repitió la actividad de los 25 de Mayo previos. “Hoy es un día para que nos reunamos y agradezcamos a Dios, la Patria que tenemos”, enfatizó ante sus invitados. Lo escuchaban el jefe de Gabinete, Marcos Peña; los ministros de Desarrollo Social, Carolina Stanley; de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie; y de Educación, Alejandro Finocchiaro. También el titular del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi; el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana; el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, y el titular de la Anses, Emilio Basavilbaso. Además, hubo dos intendentes: el de Vicente López, Jorge Macri, y el de San Isidro, Gustavo Posse, legisladores y jefes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.

“Hay oportunidad de progreso para todos”, aseguró el Presidente, que atraviesa uno de los peores momentos de su gestión en cuanto a niveles de aprobación pública. “Sentimos que trabajando juntos vamos a construir realmente lo que soñamos, un gran futuro para compartir. ¡Viva la Patria!”, concluyó el mandatario, que por la mañana había escuchado las críticas del cardenal Mario Poli durante el Tedeum en la catedral metropolitana.

Para que no quedara como un encuentro entre políticos amigos, también sumaron representantes de centros de jubilados de la provincia de Buenos Aires y de la Capital Federal, y vecinos a quienes Macri visitó en los últimos meses para charlar y escuchar sus inquietudes.