Horas antes de abordar el avión que llevó a la Selección Argentina a Barcelona, Franco Armani extendió su contrato con River hasta 2022 (vencía un año antes). Además, el Millonario elevó de ocho a veinte millones de dólares la cláusula de rescisión, con el objetivo de blindar una posible salida del club. Aunque el arquero alejó esa posibilidad (“Mi idea después del Mundial es quedarme en River”, dijo días atrás en una conferencia de prensa en el predio de la AFA en Ezeiza), en Núñez creen que habrá ofertas por el uno.

Armani, de 31 años, llegó a River a principios de 2018 desde Atlético Nacional de Medellín, de Colombia, a cambio de unos cuatro millones de dólares. En 21 partidos disputados en Argentina mantuvo el arco invicto en 13 ocasiones y sólo recibió diez goles. Así se transformó rápidamente en una de las figuras del equipo de Marcelo Gallardo y del fútbol local.

En declaraciones a TNT Sports, el presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, afirmó que Armani es “amado y querido en River”, y por ese motivo impulsó la extensión del contrato firmada ayer. Consultado sobre si lo había sorprendido el rendimiento del arquero, el directivo afirmó: “La verdad es que no sé si sorprendió. Más que sorpresa es admiración. Lo quisimos hace más de un año y nos costó bastante traerlo. No sólo desde lo económico, sino porque Atlético Nacional no lo quería dejar venir. Vino porque quería jugar en River y llegar a la Selección”.