“Reclamamos que dejen de despedir trabajadores en todos los organismos del Estado y que frenen el ajuste sobre las políticas públicas. No pueden seguir desarticulando derechos y recortando gastos en el Estado. No hubieran bajado retenciones al campo, no le hubieran condonado la deuda a las empresas energéticas, reducido los aportes patronales, no puede ser que siempre la paguemos los empleados del Estado”, expresó ayer uno de los delegados del sindicato que ingresó al microcine del Palacio de Hacienda donde el ministro del área, Nicolás Dujovne, y su par de Modernización, Andrés Ibarra, tenían previsto presentar los pormenores del nuevo ajuste en los gastos de la Administración Pública Nacional. 

Ante la presencia de una treintena de trabajadores nucleados en ATE que pretendían expresarles su reclamo, los funcionarios no solo postergaron momentáneamente el anuncio de nuevos recortes del gasto público en el Estado nacional sino que decidieron trasladar la conferencia hacia la Casa Rosada. Los empleados de la dependencia encabezada por Dujovne cuestionaron las más de 100 cesantías habilitadas por el funcionario desde que asumió y las pérdida de poder adquisitivo de sus salarios.  

“El techo salarial contrasta violentamente con la política de tarifazos, devaluación y negociados vía Lebac con los que el gobierno ha beneficiado a las empresas privatizadas de servicios públicos, petroleras y bancos”, cuestionaba el volante distribuido por los trabajadores que convocaba a un “Ruidazo contra la rebaja salarial”. El ajuste anunciado ayer no solo recortará la plantilla de trabajadores estatales sino que impactará sobre los ingresos adicionales que perciben algunos en concepto de bonos y premios.