Tras ser interrogado por el juez séptimo federal de Río de Janeiro, Marcelo Bretas, responsable por el juicio en Brasil contra seis acusados de corrupción en 2009, el ex presidente brasileño Luiz Inácio “Lula” da Silva negó que la ciudad carioca hubiera sido escogida como sede de los Juegos Olímpicos de 2016 gracias al pago de sobornos a delegados del Comité Olímpico Internacional (COI). “Nunca supe de alguna negociación ilegal. Incluso firmé un decreto en 2009 para garantizar la transparencia de todos los actos. Lamento que surja una denuncia ocho años después”, aseguró Lula en un interrogatorio por video-conferencia al que fue sometido en su celda en la sede de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba, en donde está encarcelado desde el 7 de abril para cumplir una condena de 12 años de prisión por corrupción. “Los que hablan de trampa no entienden nada de nada y no vivieron lo que tuvimos que vivir”, agregó. Entre los acusados figuran el entonces gobernador del estado de Río, Sergio Cabral; el ex presidente del Comité Olímpico Brasileño Carlos Arthur Nuzman; el senegalés Lamine Diack, que era miembro del Comité Olímpico Internacional, y al hijo de este último, Papa Massata Diack, ex dirigente de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF). La fiscalía los acusa de participar en una operación por la cual se pagó un soborno de dos millones de dólares para supuestamente garantizar al menos uno de los votos de los delegados africanos en favor de Río de Janeiro.