La gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, llegó ayer a Roma, Italia, para reunirse hoy con el Papa Francisco, con quien –según anunció– analizará “la situación social del país y de la provincia”, en el contexto económico desfavorable que atraviesa la Argentina. Del encuentro participarán también la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, y el esposo de la funcionaria y jefe de Gabinete provincial, Federico Salvai.

La audiencia tendrá lugar a las 17 (hora argentina), en la Casa de Santa Marta, de acuerdo con la información oficial. Los voceros de la gobernación anunciaron que “los funcionarios también informarán al Pontífice las acciones del gobierno para la lucha contra mafias, el narcotráfico y el trabajo para prevención y atención de adicciones”. La gobernadora ya se había reunido con el Papa en 2016, tras asumir al frente de la provincia. Su relación parece menos fría que la que mantienen Jorge Bergoglio y el presidente Mauricio Macri. El encuentro se da a una semana de que la Cámara de Diputados discuta el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, en medio de una fuerte división de los bloques y un escenario de paridad. Si bien el tema aborto no está incluido en el temario oficial, en el encuentro podría abordarse la cuestión, a la que se oponen los tres dirigentes de Cambiemos, en línea con la postura de la Iglesia.