Los quince años de San Telmo Lounge tuvieron su génesis puntual "el día en que tocamos por primera vez, porque ese día editamos nuestro primer disco. Fuimos a hacer un show a Buenos Aires, y el sello que nos editaba nos dio el disco. ¡Todavía no habíamos tocado y ya teníamos el disco en la mano!", le cuenta Martín Delgado a Rosario/12. La anécdota remonta el tiempo, suma años e integrantes, y alcanza a la fecha seis discos. Como corolario, el concierto aniversario que la banda rosarina de tango fusión ofrece esta noche, a las 21.30, en Complejo Cultural Atlas (Mitre 645).

Compositor, arreglador, guitarrista, Martín Delgado es el fundador de San Telmo Lounge: "La idea de fusionar la música electrónica, el tango y el jazz comenzó como un proyecto en solitario, en principio muy de estudio, con muchos sampleos, cut and paste, pedacitos de batería. En el primer disco hay un bandoneón, una guitarra y todo lo demás son máquinas. Entonces éramos tres, y ahora ya somos siete. Fue un proceso, en donde hubo cambios sonoros y fuimos incorporando más cosas, incluso palabras, ahora a través de una cantante estable".

Con arreglos y dirección de Delgado, San Telmo Lounge reúne los talentos de Jorge Febre (piano), Maximiliano Natlutti (violín), Ariel Aguilar (bandoneón), Laura Cardini (voz), Sebastián Mamet (batería), y Tutu Rufus (bajo). "Me siento más cómodo en esta formación, de siete personas. Fuimos haciendo una trayectoria que está avalada por muchos shows y por una discografía, en donde siempre se ha tratado de innovar desde algún concepto. En un comienzo se trató de innovar desde el género, que era desconocido. Éramos rockeros que queríamos ser parte del tango. Una vez que el género se estableció, la idea tuvo que ver con salir de lo electrónico y poner una batería, después sumamos voces, hemos agregado un toque de cumbia, de folklore, y el último disco es doble; es decir, cada disco tiene algo distintivo. Queremos que el próximo sea conceptual, se va a llamar Tango animal, con letras que hablan de conductas humanas relacionadas con lo animal. Desde luego, el tango continúa presente como columna vertebral", agrega Delgado.

"La idea de fusionar la música electrónica, el tango y el jazz comenzó como un proyecto en solitario".

Según el músico, durante la constitución misma del tango electrónico, las distintas agrupaciones experimentaban sin saber nada de las demás. "Hace poco veía un documental en donde se decía que cuando a uno se le ocurría algo, a otra persona se le ocurría lo mismo en otro lugar alejado, porque es una misma idea la que está circulando. Se dieron ciertas condiciones para que varios tuviéramos la misma inquietud, cada uno de manera diferente, nosotros lo hicimos más vinculados al jazz; y si bien no se trató un colectivo, sí fue un movimiento".

Sobre el fenómeno del tango, esa música que atraviesa a todos, Delgado tiene un análisis perspicaz, que en el caso rosarino coincide, a su entender, con la tarea seminal desarrollada por la Orquesta Escuela de Tango, "y con la crisis del 2001, cuando el tango estaba un poco escondido y resurgió, luego de muchos años de estar mirando cosas externas. En algún momento, la generación nacida en los '70 comenzó a acercarse otra vez". En esta trayectoria, Delgado ha desarrollado una obra que alcanza alrededor de las cien composiciones: "cien títulos registrados en Sadaic", puntualiza y el dato no es menor, porque "haber construido esa obra es para mí un gran tesoro. A través de ella pude relacionarme, tener la posibilidad de viajar y conocer otros lugares y países, así como de estar en el mundo musical y tocar o compartir escenarios con músicos que no hubiera pensado, como Rubén Goldín, Palo Pandolfo, Adriana Varela, entre otros. Me ha dado todo eso, que es hermoso, y le he dedicado también una gran cantidad de tiempo". Un tiempo que incluye la misma producción de los shows y su gestión, "otra faceta mía que agrego al proyecto y a la que le dedico muchas horas. A veces parece paradójico, pero cuando uno lo suelta un poco, el proyecto va mejor (risas)".