Desde la primera historieta que publicó profesionalmente, Mati Bombilla, para un diario de San Juan, y sus primeros trabajos para la Fundación Vida Silvestre, haciendo historietas de divulgación, el trabajo de Chanti ha sido intenso y extenso. El más famoso dio vida a Nacho y Tobi, los hermanos de Mayor y menor (a los que hace poco les nació Lola, la hermanita), una historieta que comenzó a salir en 2003 en la revista Rumbos, y que fue editando en libros Sudamericana. También están Facu y Café con Leche, que nacieron en la revista La Valijita, y que hoy también son libros. Y otros como El buscador silvestre (Colihue), Historias delirantes, La historietería y Cachito y Chorlito (Comiks Debris). 

Entre toda esta producción, un libro bien, bien diferente (porque no tiene forma de historietas, también por lo poético y lo inquietante) es Criaturas (Calibroscopio). Es un libro que nació, cuenta Chanti, de sus cuadernos de viaje. “Si sos dibujante, a veces te encasillás en tu trabajo, y no incursionás por otros estilos y otros registros en el dibujo. No dibujas para vos, porque es tu trabajo”, explica. “En todas esas horas de viajes, aeropuertos, esperas, yo llevaba cuadernos y dibujaba para mí. No como un trabajo: como un dibujo para mí. Y así empezaron a salir una serie de niños y monstruos, que se encuentran. Se ven y no se asustan uno de otros, es un encuentro como de desconcierto... Y no se sabe cómo termina ese encuentro”, describe. En ese encuentro con final abierto, inquietante, en el que unos y otros –montruos y niños– son Criaturas, transcurre la belleza de este libro especial.

“Nació de casualidad, porque le conté al pasar a Judith Wilhelm, la editoria de Calibroscopio, que tenía estos cuadernos y se los mostré. Y ahí nomás me dijo: ‘Quiero editarlo’”, recuerda Chanti. “A ella se le ocurrió acompañar los dibujos con textos que también tuvieran esa ambigüedad, en los que no se sabe si estás hablando de los niños o del monstruo. Quedó editado con gran calidad. Y es el primer libro que hice no pensando en un público, sino por el solo gusto de dibujar.”