El jefe del ejército de Brasil, Eduardo Villas Boas, recibió ayer fuera de agenda al diputado y candidato presidencial ultraderechista Jair Bolsonaro. El ex capitán de la fuerza se encuentra segundo en las encuestas de intención de voto, detrás del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva. 

El coordinador de campaña de Bolsonaro, Onix Lorenzoni, reveló el encuentro al publicar una fotografía en las redes sociales, lo que a su vez dejó en evidencia que el Ejército no había puesto la reunión como parte de la agenda oficial de Villas Boas. La foto que tuiteó mostraba a Bolsonaro, Villas Boas y Lorenzoni en una oficina y la acompañaba la frase: “Muy buena conversación sobre el presente y el futuro de Brasil con el General Villas Boas”. Lorenzoni, es un diputado del partido Demócratas -una de las fuerzas que componen el gobierno de Michel Temer- que respalda a Bolsonaro, del Partido Social Liberal. La oficina de prensa del Ejército informó que, a partir de esta reunión mantenida con Bolsonaro, la fuerza que interviene en la seguridad pública de Río de Janeiro, intentará convocar a todos los candidatos para dialogar sobre políticas de Defensa. A cuatro meses de las elecciones, el izquierdista Partido de los Trabajadores sigue manteniendo a Lula, preso en la sureña Curitiba desde abril pasado, como único candidato y es el favorito de cara a los comicios. Bolsonaro, que encarna a una ultraderecha defensora de la dictadura que hasta ahora no se había asomado con tal fuerza en Brasil, aparece como segundo. Desde hace meses, según las encuestas, el ex militar está estancado en un 20 % de apoyo, pero eso es suficiente para situarse detrás de Lula entre una veintena de posibles candidatos en su mayoría de centro y entre los que aparecen cuatro de izquierdas. A 122 días, estas elecciones se presentan como las más inciertas desde la recuperación de la democracia en 1985.