El tenista porteño Diego Schwartzman, quien alcanzó los cuartos de final en Roland Garros y se marchó eliminado por el español Rafael Nadal, visitó ayer el entrenamiento de la Selección donde fue testigo de la lesión de Lanzini y remarcó lo conseguido en la capital de Francia. “Fue un gran Roland Garros para mí, viví dos semanas increíbles y me llevo muchas cosas positivas que seguramente me servirán en lo que resta del año”, comentó el Peque en diálogo con TyC Sports desde Barcelona, donde pasó a saludar a los jugadores que se preparan para el Mundial de Rusia 2018. “Lanzini estaba iniciando una jugada, giró y se quedó tirado sobre el piso, una pena lo que le sucedió a tan pocos días del mundial”, se lamentó Schwartzman,  hincha fanático de Boca.