El ministro de Finanzas, Luis Caputo, explicó ayer cómo el Gobierno planea desarmar la bola de la nieve de las Lebacs, que pesa sobre el pasivo del BCRA y amenaza con desestabilizar el mercado cambiario en cada “supermartes” de cada mes. El Tesoro saldrá a colocar deuda interna con un plazo más largo que el de las Lebacs para conseguir pesos que transferirá al Banco Central. Con ese dinero, la autoridad monetaria podría reducir el stock de Lebacs a través de la recompra de los títulos en el mercado secundario. El Gobierno tendrá que ofrecer un muy buen rendimiento, probablemente con una tasa de interés alta y que ajuste periódicamente, para que el mercado vea atractivo esa operación. 

Caputo ratificó que el Gobierno seguirá operando en el mercado cambiario a través del Banco Nación, entidad en la cual se depositará el dinero proveniente del acuerdo con el FMI. Venderá dólares “cuando la demanda exceda a la oferta”, dijo el funcionario, en una jornada en la cual el dólar terminó subiendo casi 43 centavos y quedó al borde de los 26 pesos (ver nota aparte).

La bola de nieve de las Lebacs creció de la mano de la “esterilización” por parte del Banco Central de los pesos que se inyectaban al mercado para adquirir los dólares provenientes del endeudamiento externo. En un momento de abundancia de divisas, en el fervor del inicio del gobierno de Mauricio Macri, la intención oficial era evitar que el tipo de cambio se aprecie demasiado y, además, ordenar una política antiinflacionaria. No tuvo éxito en ninguno de los dos objetivos.

Con el paulatino mayor atractivo del dólar sobre el peso por parte de los inversores, atentos a las crecientes inconsistencias de la macroeconomía, el Gobierno encontró en las Lebacs un buen instrumento a través del cual ofrecer un enorme rendimiento en pesos para desactivar la demanda de dólares. El resultado fue que las Lebacs se convirtieron en un factor de riesgo sistémico. El “supermartes” del 15 de mayo, cuando se pusieron en juego 617 mil millones de pesos (luego de operaciones de recompra por parte del Central) mantuvo en vilo a la economía local.

“El proceso que se hizo antes era porque no había demanda en el mercado de cambios para absorber los dólares que teníamos que volcar. Ese mecanismo derivó en pasivos de gran tamaño en la hoja de balance del Central. Ahora cambiaron los objetivos. Hay demanda de dólares y no hay necesidad de que se los vendamos al BCRA. Eso permite que no aumente más esa famosa bola de Lebac y ahora queremos reducirla”, dijo ayer Caputo, en una presentación en el microcine de Hacienda junto al jefe de gabinete del Ministerio de Finanzas, Pablo Quirno, y el secretario de Finanzas, Santiago Bausili.

“Lo que tenemos que hacer es retirar pesos, se los damos al BCRA y con ese dinero, se cancelan Lebac. Con esta maniobra, la cantidad de pesos en el mercado no se modifica. Vamos a terminar cancelando, en tres años, un monto (equivalente) de entre 20 y 25 mil millones de dólares”, explico Caputo. 

La idea es que el Tesoro emita títulos en el mercado local, por los cuales recibirá pesos. Con esos pesos, comprará Letras Intrasferibles al Banco Central, y éste, con los pesos, rescatará Lebacs en el mercado secundario. La gran incógnita tiene que ver con las condiciones de tasa y plazo que tendrá que ofrecer el Tesoro para conseguir esa enorme masa de pesos. El próximo vencimiento de Lebacs es dentro de dos martes por unos 570 mil millones de pesos, por debajo del vencimiento anterior a raíz de la estrategia del BCRA de recompra de títulos en las últimas semanas. Se calcula que el stock total de Lebacs asciende a los 1,2 billones de pesos.

Caputo también ratificó ayer que el Gobierno seguirá realizando intervenciones puntuales en el mercado de cambios, aunque en el último mes y medio bajo ese esquema el dólar haya saltado de menos de 20 pesos a casi 26 pesos, en el orden de un 30 por ciento, lo cual arrastró a la inflación y dejó sin techo la pauta de precios para este año. “Nosotros vamos a vender dólares para cubrir el déficit y no vamos a estar enfocándonos en llevar el dólar a determinado precio. ¿Cuándo vamos a vender? Cuando consideremos que la demanda está excediendo la oferta”, señaló el funcionario. Agregó que el Central contará con una liquidez adicional de 1500 millones de dólares anuales que el Tesoro le girará como pago de intereses por bonos públicos. Esos fondos también se utilizarían en el rescate de Lebacs. En relación al acuerdo con el Fondo, Caputo dijo que “una de las ventajas es que tenemos financiamiento barato en un contexto difícil”.