El Gobierno declaró el estado de emergencia agropecuaria para diversas zonas de las provincias de Buenos Aires y La Pampa, una medida que activa una serie de beneficios para los productores de granos afectados por la sequía y los incendios, pero que no alcanza a pequeños chacareros o quinteros que producen hortalizas para el mercado interno. 

En el caso de La Pampa, el estado de emergencia fue dispuesto por causa de los incendios y abarca a las explotaciones ganaderas ubicadas en los departamentos de Atreucó, Hucal, Caleu-Caleu, Toay, Utracán, Lihuel-Calel, Curaco, Chalileo y Chical-Co, en el período comprendido entre el 16 de enero y el 31 agosto de este año. Por los daños sufridos por la intensa sequía en las actividades agrícolas y ganaderas, fue declarada la emergencia en los departamentos de Rancul, Realicó, Trenel, Conhelo, Quemú-Quemú, Catriló, Capital, Toay, Atreucó, Guatraché, Hucal, Loventué, Utracán y Puelen, desde el 3 de abril pasado hasta el 30 de noviembre de este año. 

En la provincia de Buenos Aires, la norma tiene vigencia desde el 2 de enero hasta el 30 de junio próximo para las explotaciones agropecuarias que fueron afectadas por la sequía en los partidos de Alberti, Bolívar, Bragado, Coronel Suárez, Daireaux, Exaltación de la Cruz, General Alvear, General Lamadrid, Guaminí, Navarro, 9 de Julio, Olavarría, Saavedra, Saladillo, Tornquist, 25 de Mayo, Benito Juárez, Cañuelas, Chacabuco, General Las Heras, General Viamonte, Laprida, Lobos, Luján, Marcos Paz, Roque Pérez, San Antonio de Areco, Tandil y Tapalqué. Las resoluciones respectivas fueron publicadas ayer en el Boletín Oficial, con la firma del ministro del área, Luis Etchevehere. 

Por otra parte, el Instituto de Estudios Económícos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que la molienda de granos en abril arrojó caídas con respecto al año anterior en tres de los cuatro principales productos: en soja, 11,1 por ciento; trigo, 2,9 por ciento, y girasol, 11,7 por ciento. El único grano con evolución positiva resultó el maíz, con un incremento en la cantidad enviada a molienda del 10,9 por ciento. La producción de aceites y subproductos también tuvo evolución interanual negativa, con bajas del 10,6 por ciento en aceite de soja, 13,5 por ciento en pellets de soja, 9,4 por ciento en aceite de girasol y 12,4 por ciento en pellets de girasol. En lo que respecta a las exportaciones, siempre comparando abril de este año con el mismo mes de 2017, en volúmenes, en granos se observó un aumento del 12,1 por ciento, pero en subproductos y aceites se registraron descensos del 4,6 y 19,1 por ciento.

La liquidación de divisas en mayo, siempre conforme a los datos de la Bolsa de Cereales, resultó un 32,6 por ciento inferior a lo registrado en el mismo mes del año pasado.