La brasileña María Esther Bueno murió hoy a los 78 años. Para muchos, fue la mayor jugadora latinoamericana de la historia del tenis. Dominó el circuito en los años 60, antes de la era abierta y sumó 19 títulos de Grand Slam entre individuales, dobles, y dobles mixtos.

Nacida en San Pablo en 1939, Bueno logró una hazaña sólo reservada a jugadoras norteamericanas hasta entonces: ganar Wimbledon y el US Open el mismo año. Ocurrió en 1959. Repetiría el doblete en 1964. En total, obtendría tres títulos de Wimbledon y cuatro del US Open como singlista.

En dobles, se alzó con los cuatro torneos grandes, ya que sumó Roland Garros y Australia.  Fueron once títulos en esa categoría. 1960 fue su mejor año: logró los cuatro títulos grandes en dobles y sumó el dobles mixto en Roland Garros. La hazaña tuvo especial relevancia porque venía de una convalecencia por hepatitis.

En 1978 fue incluida en el Salón de la Fama. Desde su retiro siguió ligada al tenis como comentarista. El año pasado se le diagnosticó cáncer y su estado empeoró en los últimos meses.  En mayo fue hospitalizada en  su ciudad natal y su cuadro se fue agravando. Tras conocerse la noticia de su muerte llegaron condolencias de todos los ámbitos. El presidente Michel Temer la definió como “ídolo del deporte brasileño”.