Era de esperar que en algún momento Hollywood quisiera hacer de Akira una película con actores en carne y hueso. Warner Bross obtuvo los derechos en el año 2002 y generó una ola de especulaciones, teorías, acusaciones y reclamos; uno de esos telepasillos que se leen por internet cuando un objeto cultural tan icónico cae en manos de ejecutivos. En el buscador de IndieWire, las palabras mágicas “Akira” y “Movie” dan más de veinte resultados con diversos nombres. Aparece Leonardo Di Caprio en la producción. Garrett Hedlund, Michael Fassbender, James Franco, Justin Timberlake y Zac Efron barajados para el papel de Kaneda; Ezra Miller, James McAvoy, Michael Pitt y Richard Madden para Tetsuo. Una ensalada de directores que se suben y que se bajan: Hiro Murai (director de la hermosa serie Atlanta de FX), Jordan Peele (Get Out), Justin Lin, y quien parece que finalmente está poniendo en macha el proyecto es Taika Waititi (Thor:Ragnarok). Los rumores alcanzan formato de manga: que estaría ambientada en Manhattan (Murai cuando se bajó dijo, por favor no “whitetrasheen” la historia) e incluiría un cameo del mono de Michael Jackson. Después del resultado de The Ghost in the Shell, en donde prácticamente no hay papeles interpretados por asiáticos, Otomo no se muestra muy entusiasta en las entrevistas, aunque permanece imperturbable en su lugar de productor ejecutivo arriba de su moto roja: “Personalmente, creo que hacer una adaptación más sobre Akira no tiene ningún sentido. A mi no me interesa adaptarla para convertirla en una película con actores; es como contar los días de un niño que lleva 35 años muerto. La verdad, me gustaría, quien se encargue de dirigirla, que hiciera algo distinto y separado” dijo para Forbes, no sin aclarar: “La única condición que puse es que la adaptación tiene que estar aprobada por mí”.