Luego de que fueran detenidos anoche el marido y el cuñado de Marcela Coronel, la enfermera asesinada hace cuatro semanas en su casa de la localidad bonaerense de Longchamps, el padre de ambos, Daniel Guevara, reveló que fue él quien entregó las pruebas a la Policía para aclarar el caso. No obstante, planteó que el esposo de Coronel, Gabriel, no tuvo participación en el crimen y que el culpable fue su cuñado, Pablo. Guevara puntualizó que llegó a esa conclusión a través de “indicios”, que luego confirmó al descubrir que Pablo tenía un celular igual al de su nuera. "Estoy seguro de que Pablo la mató", enfatizo su padre. 

En tanto que la madre de Coronel y sus familiares denunciaron en una carta que no creen que hayan sido dos personas las implicadas en el asesinato, sino varias, al apuntar contra la familia. “Se merecen perpetua todos los involucrados en el asesinato de mi hija y en el abandono de mi nietita. Hoy más que nunca pido justicia”, manifestó María.

La madre de Coronel leyó una carta en la que señaló a la familia Guevara como “cómplices”. “No creemos que esto haya sido obra solo de dos personas. Por más mínima ayuda que recibieron, tenemos derecho a saberlo, asesinos, cómplices, encubridores, todos fueron participes de esta injusticia”, insistió María, al recordar que “nadie de la familia Guevara mostró sensibilidad” cuando apareció el cuerpo de Marcela.

Tanto Gabriel, empleado de seguridad de 24 años y esposo de Marcela, como Pablo, de 26 años, están detenidos desde ayer a la noche luego de que sus padres declaran ante la fiscal especializada en Violencia de Género de Lomas de Zamora, Marcela Juan. En ese momento, secuestraron en poder del cuñado de Coronel tres teléfonos celulares, uno de los cuales pertenecía a la víctima. Se secuestró, además, la tarjeta de ingreso al Hospital Italiano, instituto médico en el que trabajaba la enfermera, y prendas de vestir similares a las que se observaron en las imágenes de las cámaras de seguridad.

Sin embargo, todavía quedan dudas respecto de la participación que uno y otro tuvieron en el asesinato de la enfermera. Esta mañana el padre de los acusados destacó que “no cree que hayan sido los dos”.

“Mi hijo Gaby no estaba enterado de nada y lo quiso matar cuando se enteró lo del celular”, relató a los medios Daniel Guevara al admitir que fue él quien entregó a su hijo Pablo. Gabriel, su otro hijo, había sido imputado el 1 de junio por la fiscal Juan por una serie de contradicciones en su primer testimonio, mientras que las sospechas sobre su hermano surgieron de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la Municipalidad de Almirante Brown, en el que se lo ve cargando a la hija de Coronel, antes de dejarla abandonada.

“Pablo entró a robarle al hermano y la encontró a ella, que lo reconoció. El sabía que su hermano a esa hora estaba trabajando. Es lo que pienso yo. Estoy seguro de que la mató”, dijo Daniel a los medios, al aclarar que “no es la primera vez que le roba a un familiar”. En esa línea, insistió en que “Gabriel es inocente” porque el “conoce a sus hijos”. “Si fueron los dos, que estén presos entonces”, resaltó por último.

Según reveló la autopsia, Marcela Coronel murió por asfixia: la sofocaron tapándole la nariz y la boca. Previamente, la habían golpeado tres veces en la cabeza con un hacha y la habían tratado de estrangular con un lazo. El femicidio de la enfermera se descubrió el 28 de mayo pasado, cuando una nena fue encontrada deambulando sola en una plaza de Burzaco