El Ministerio de Desarrollo Social, que conduce Carolina Stanley, emitió un saludo de año nuevo con un mapa de la Argentina en el que omitió a las Islas Malvinas, lo que desató el repudio de ex funcionarios del kirchnerismo y ex combatientes. Ante la avalancha de críticas, el ministerio pidió perdón en un tweet, en el que le echó la culpa a los diseñadores: “Nuestras disculpas por el error del departamento de diseño en el saludo de fin de año”. Para colmo, la Cancillería argentina debió emitir otro comunicado para aclarar que el país no renunció a su reclamo sobre la soberanía de las islas.

El problema en la comunicación de un simple saludo de año nuevo entra en la categoría de errores no forzados del oficialismo: generó una polémica en un área en la que ni siquiera interviene Stanley. La gaffe, de todas formas, se sumó a otras que se sucedieron el año pasado, como cuando el presidente Mauricio Macri anunció que se habría un diálogo por la soberanía y fue desmentido por la primer ministra inglesa Theresa May, o bien cuando el gobierno firmó un acuerdo con Gran Bretaña por el que citaron al Congreso a la canciller Susana Malcorra.

La difusión del mapa sin las Malvinas generó el repudio de los ex combatientes. “Me parece terrible, pero no es el único tema que nos preocupa con respecto a la soberanía”, advirtió Gustavo Pirich, de la Asociación de Combatientes de Malvinas. Pirich indicó que hoy marcharán a Plaza de Mayo “porque nos parece que están avanzando muy fuertemente para remover todos los obstáculos que dificultan el desarrollo de los kelpers”

Por su parte, la ex embajadora ante el Reino Unido Alicia Castro dijo que quedó “consternada por ver un mapa mutilado, podado. Normalmente lo hacen los británicos, pero nunca he visto que un Gobierno publique un mapa sin las Malvinas”. “No ponerlas en un mapa oficial pone en riesgo nuestro reclamo de soberanía”, advirtió.“Tiene que ver con la política de desmalvinización del Gobierno y la política de entrega. El acuerdo que firmaron en septiembre del año pasado plasma la voluntad y la pretensión británica de remover todos los obstáculos para el desarrollo económico de las Islas en lo que hace a explotación de petróleo, pesca y navegación”, indicó.

En tanto, en distintas redes sociales hubo ironías con la salutación y el hecho de que Puerto Argentino se llama para los británicos Port Stanley, mismo apellido de la ministra. Tras el pedido de disculpas por parte de Desarrollo Social, la Cancillería debió intervenir para aclarar que la Argentina no había renunciado a su reclamo. 

El ministerio que conduce Malcorra indicó que ratifica “los imprescriptibles derechos de soberanía”. “El pueblo y el gobierno argentino reafirman una vez más los imprescriptibles derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes”, indicó en un comunicado por los 184 años de la usurpación inglesa, que se cumplen hoy.

“Desde el inicio mismo de su existencia como nación independiente, la República Argentina exteriorizó a través de actos de gobierno la firme voluntad política de ejercer su soberanía efectiva en los territorios australes y espacios marítimos heredados de España”, indicó.

“La Cláusula Transitoria Primera de la Constitución Nacional consagra el objetivo permanente e irrenunciable de recuperar el ejercicio pleno de la soberanía sobre dichos territorios y espacios marítimos, de conformidad con los principios del derecho internacional y respetando el modo de vida de los habitantes de las Islas Malvinas. Este objetivo es una política de Estado y responde al anhelo de todo el pueblo argentino”, advirtió la Cancillería.

“La República Argentina reitera su firme compromiso con la solución pacífica de las controversias y el respeto del derecho internacional, e invita al Reino Unido a profundizar el diálogo iniciado a lo largo del último año con miras a reanudar las negociaciones que permitan encontrar a la mayor brevedad posible una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía”, advirtió la cancillería tras el inesperado fuego amigo del ministerio de Desarrollo Social.