Como todos los mundiales, las calles de los barrios más populares en Brasil se visten de gala para la celebración: consiste en pintar las calles y veredas con los colores verde y amarillo y adornar con guirnaldas cada rincón para alentar a la Canarinha. Sin embargo, en un clima enrarecido por la crisis económica y política, sumado a la incertidumbre para las elecciones de octubre, en el barrio Real Copagre de Teresina, capital del estado de Piauí, un grupo de vecinos se rebeló y decidió pintar sus casas con la celeste y blanca. “Desde hace un tiempo queríamos hacer una protesta por causa de las cosas que ocurren en el país. Hablé con la comunidad y resolvimos hinchar a favor de la Argentina”, dijo Raimundo Pereira Junior, quien trabaja polarizando vidrios de automóviles.