Colores: El verde de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito se impuso en el recinto. Los pañuelos verdes coparon la mayoría de las bancas del bloque del FpV-PJ, el FIT y el Movimiento Evita y se expandían, más raleados por y menos visibles, en el interbloque de Cambiemos. Los vestidos, camisas, suéteres, corbatas e insignias verdes también se hacían notar entre diputadas y diputados. La contrapartida, los pañuelos celestes de los grupos "pro vida" y antiabortistas, apenas eran perceptibles en las bancas de dos diputadas de Cambiemos y otra que lo llevaba al cuello. 

Crucifijo y medallita: La posibilidad de empate en la votación abrió paso a los aspectos reglamentarios para dirimir la disputa. Si eso pasa, habrá una segunda votación. Si se mantiene la paridad, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, será el encargado de sellar la suerte del proyecto. El diputado macrista evitó a lo largo de todo el debate pronunciarse sobre su postura. Con algunos periodistas chicaneó en que recurriría a cualquier método para no tener que definir un hipotético empate. Por las dudas, Monzó recurrió a sus propias creencias para no verse en ese lugar: puso sobre en su escritorio un pequeño crucifijo y una medallita (que no lo acompañaron en otras sesiones) a modo de ruego.  "Vamos a intentar que el proyecto salga positivo sin la intervención de nuestro presidente de Cámara", dijo por las dudas el también macrista Sergio Wisky, que votará a favor. 

Incómodo: El diputado mendocino José Luis Ramón no sentía cómodo en su banca. Ramón fue elegido con el sello del Partido Intransigente en 2017, pero ni bien llegó al Congreso acordó sumarse al interbloque de Evolución Radical, que encabeza Martín Lousteau. El mendocino se había manifestado a favor del proyecto de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, pero en la recta final del debate grabó un video que difundió en las redes sociales donde afirmó que votará en contra porque "hizo campaña a favor de la vida". Ante la panquequeada, el interbloque decidió expulsarlo. Ayer, Ramón ocupaba su banca rodeado de sus tres ex compañeros de bancada, que exhibían pañuelos y cintas verdes. Ninguno de ellos le dirigió la palabra. Incómodo, Ramón prefirió no estar sentado y deambular por el recinto. 

Dictadura: El jefe de la bancada macrista, Nicolás Massot, realizó una encendida intervención antiabortista, donde eligió volver a cavar la grieta con el kirchnerismo en un debate que cruza transversalmente a todas las bancadas, incluso la propia. Se cruzó con los diputados k, en especial con quienes representan a los organismos de derechos humanos: polemizó con Horacio Pietragalla, nieto recuperado, y Juan Cabandié, nacido en cautiverio. "Nunca en democracia nos animamos a tanto", insistió Massot para denostar el proyecto por la despenalización del aborto. 

--¡Pasa que vos sos la dictadura! --le respondió la camporista Mayra Mendoza. 

--Y en ese momento tampoco nos animamos, Mayra --respondió un envalentonado Massot, cuya familia está asociada ideológicamente con la dictadura genocida.    

Amenazas: El jefe del interbloque de Cambiemos, el radical cordobés Mario Negri, fue otro de los indecisos que blanquearon su voto a favor de la despenalización del embarazo. "No se trata de imponer nuestras posiciones morales o religiosas, ni siquiera nuestras convicciones personales. El Congreso es uno de los tres poderes del Estado y tiene la obligación de dar respuesta a una problemática compleja y dolorosa vinculada a la salud pública", escribió en su página de Facebook. La devolución por su postura no fue gratis y comenzó a recibir amenazas en su celular. "Mi número de teléfono fue viralizado, jamás se había violado mi intimidad de esa forma. Se han metido hasta con mis nietos. Un verdadero católico no amenaza ni desea el mal. No apoyo el aborto, sólo creo que la criminalización de la mujer fracasó. Por suerte hay personas más tolerantes", replicó Negri en Twitter.

Ausente: Más fiel que nunca a su estilo parlamentario, Elisa Carrió no aportó al quórum de la sesión ni estuvo en el recinto hasta el cierre temprano de esta edición. De todas maneras, se encargó de retener en el redil de su postura a los diputados de su bloque, que se encolumnaron en contra del proyecto de despenalización del aborto. Pero no pudo hacer lo mismo con la oveja negra de su rebaño: el porteño Juan Manuel López será el único de los diez diputados de la Coalición Cívica que votará a favor del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo.       

Chau socialismo: Luis Contigiani llegó a la Cámara de Diputados por el socialismo santafesino y asumió su banca con el nombre partidario del PS. Pero su postura antiabortista puso en crisis su relación política con el socialismo. Ayer hizo un agitado y encendido discurso contra la Interrupción Voluntaria del Embarazo, muy aplaudido por los diputados antiabortistas, pero ya con otro nombre en su monobloque: Frente Progresista, grupo santafesino que integra por su origen radical. La ex diputada socialista Alicia Ciciliani pasó ayer por la Cámara baja para ratificar la postura histórica de su partido a favor de la despenalización del aborto y repudiar la actitud de Contigiani.

Menos derechos: Los más memoriosos recordaron otras votaciones que también cruzaron transversalmente los bloques políticos, aunque diputados de distintos bloques mantuvieron su dura postura a lo largo de los años y también sus bancas. Graciela Camaño (massismo), Eduardo Amadeo (PRO), Ivana Bianchi (PJ-San Luis), Graciela Caselles (bloquista de San Juan), Omar Félix (PJ-Mendoza), Alfredo Olmedo (Cambiemos-Salta) y Alicia Terada (Coalición Cívica), votaron en contra del matrimonio igualitario. También lo harán en contra de la Interrupción Voluntaria del Embarazo.