El Gobierno admitió formalmente ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) que la inflación prevista para este año es del 27 por ciento. En la carta de intención presentada ante ese organismo, la administración de Cambiemos promete hasta el 2020 una mayor reducción de los subsidios a los servicios públicos y asegura que continuarán “los esfuerzos por reducir el empleo público”. Es decir que se prevén más tarifazos y despidos. Todo con el objetivo de llegar a ese año con “cero” el mentado equilibrio en 2020.

"El plan ha sido diseñado por el Gobierno argentino y consideramos que es el adecuado teniendo en cuenta nuestra situación política, económica y social actual". Estas son las primeras palabras con que el gobierno de Cambiemos le solicitó formalmente al FMI el acuerdo stand by de 50 mil millones de dólares para asistir al mundo financiero y contener la fuga de capitales. La cita corresponde a la Carta de Intención presentada hace horas a ese organismo y publicado hoy por el Ministerio de Hacienda.

El pedido de endeudamiento con el que “el mejor equipo de los últimos 50 años” pretende solucionar la “situación política, económica y social” generada por los sucesivos ajustes aplicados durante los últimos dos años y medio indica que el acuerdo tendrá “un período de 36 meses”, cuyo primer tramo de 15 mil millones se planea desembolsar “luego de la aprobación del programa”.

Una mitad, indica la carta, “se utilizará como apoyo presupuestario”. La otra mitad (7500 millones) será destinado a sostener la dolarización del mercado. Es decir, a sostener la fuga de capitales. Sin embargo y a pesar de los recortes y despidos anunciados la semana pasada, la argumentación oficial insiste con que los efectos del acuerdo se harán “protegiendo por completo a los sectores más vulnerables de nuestra población”.

Respecto de la inflación, la carta precisa que “la meta será igual o inferior a las expectativas actuales del mercado para el final de 2018 (27 por ciento), y luego 17 por ciento, 13 por ciento y 9 por ciento para diciembre de cada uno de los siguientes 3 años”.

El Palacio de Hacienda defiende también el “tipo de cambio flexible” y garantizó su continuidad, y habla de una “recalibración” de la política fiscal. Además, considera que el plan de utilización de esos fondos y su devolución “es sólido, ayudará a construir confianza y reducir incertidumbre, y fortalecerá a la economía”. “Confiamos en que podemos contar con su apoyo”, concluye el tramo formal de la solicitud, al que le sigue 13 páginas de especificaciones técnicas.

El tramo titulado Memorándum de Políticas Económicas califica de “desafortunados eventos” al cimbronazo financiero del mes pasado por el que el Gobierno utilizó más de 8 mil millones de dólares de las reservas y dice que el acuerdo es para “restaurar la confianza del mercado”, fortalecer las metas de inflación del BCRA y “disminuir las tensiones en nuestro balance de pagos”.

A sabiendas de los efectos que estas políticas generarán en la sociedad, pone un especial énfasis en la “protección de los más vulnerables” a partir de la puesta en marcha de Asignaciones Universales para la Protección Social. Incluye también un apartado en el que garantiza “apoyar la equidad de género” para que “las mujeres participen del mercado laboral” formal.

La Carta de Intención, el Memorándum de Políticas Económicas y Financieras y el Memorándum de Entendimiento Técnico entre Argentina y el FMI consta de 33 carillas y fue enviada a la directora del Fondo, Christine Lagarde. Está firmada por el titular de esa cartera, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.