Se conocieron hace más de 20 años en la Escuela de Música Popular de Avellaneda (EMPA). Ambos grupos transitaron caminos similares desde la autogestión y el cooperativismo. Sus propuestas artísticas aportaron modos rupturistas de entender la música popular de siglo XXI. Y muchas de sus canciones retratan los humores políticos y sociales del momento. Arbolito y la Orquesta Fernández Fierro, dos exponentes claves de la música argentina actual, unirán fuerzas y canciones esta noche , a las 21, en el Xirgu Espacio Untref (Chacabuco 875). “Significa un reencuentro con una banda compañera, en todo sentido. Crecimos juntos, somos de la misma matriz de fines de los noventa, de la misma generación. Y tuvimos la experiencia de tocar en espacios recuperados y cooperativas”, repasa Ezequiel Jusid, guitarrista y cantante de Arbolito.

“Nos conocimos siendo compañeros en las prácticas de folklore de la EMPA, con grandes maestros como Lilian Saba y Juancho Farías Gómez”, recuerda Yuri Venturin, contrabajista y director musical. “Mi inclinación hacia el tango hizo que nuestros caminos se abrieran, pero hemos mantenido una relación todos estos años. Hemos compartido escenario varias veces en Argentina y también en el exterior, y hay una admiración mutua”, completa el tanguero. La Fierro acaba de sacar un disco nuevo, Ahora y siempre, que refleja el clima político actual con la oscuridad y potencia que los caracteriza. “Todas las vivencias de nuestra generación aparecen reflejadas en los tangos que componemos o interpretamos. Somos parte del pueblo”, sintetiza Venturin, y hace alusión a piezas como “Subrealidad” –“un retrato de la degradación social que estamos viviendo”–, “Ahora y siempre” o “Demolición”, que suenan más ásperas y crudas en la voz de Julieta Laso.

Arbolito, mientras tanto, sigue presentando los dos volúmenes de Simples, que trae canciones rabiosas como “Pará la mano”, dedicada a Mauricio Macri. “Siempre le ponemos el pecho para salir adelante y en estos momentos aparece en las letras la bronca y la desilusión, y afloran las ganas de juntarnos para seguir construyendo”, argumenta Jusid sobre el espíritu alerta pero optimista del grupo que supo achicar la brecha entre el universo del rock y el folklórico. La noche reserva ese encuentro que esperan varios: además de sus presentaciones por separado, los músicos adelantan que están preparando algunos tangos para interpretar en conjunto. “Sí, vamos a tocar algunas cosas juntos porque hay buena onda y lo disfrutaremos. El resto es sorpresa”, dice, con algo de misterio, Venturin.