“Asumimos a fines de 2015 con un primer desafío: darle libertad financiera a los argentinos eliminando el cepo cambiario, desactivando la bomba de futuros y flexibilizando las restricciones cambiarias”, comienza el texto firmado por Federico Sturzenegger en donde hace un balance de su gestión al frente del BCRA. Con esas líneas describió la suba del dólar del 50 por ciento, que disparó la inflación al 41 por ciento en 2016. “También inauguramos el régimen de metas de inflación, que permitió que los últimos siete trimestres hayan mostrado las tasas de crecimiento más estables en los últimos 20 años. Esto lo comenzamos en un contexto de arranque sin reservas netas en el BCRA y que durante nuestra gestión revertimos, comprando 40 mil millones de dólares”, sigue el ex titular de la autoridad monetaria, sin mencionar que la suba de las reservas se consiguió con un proceso de emisión de deuda externa inédito por su velocidad.

 En el plano inflacionario, Sturzenegger analizó que “establecimos el régimen de metas de inflación, que permitió una baja gradual de la inflación núcleo, llevándola hacia fines del año pasado al orden del 21 por ciento. Los eventos de este año no lograron consolidar esa baja, pero el reciente acuerdo con el FMI ratificó el marco para retomar ese rumbo”.

 En relación al dólar, que fue el motivo que definió su salida al frente de la autoridad monetaria, el economista del PRO apenas mencionó que “establecimos un tipo de cambio flotante que protegió nuestra actividad económica, garantizando un tipo de cambio real promedio 25 por ciento más competitivo que en los tiempos finales del cepo”.

 Sturzenegger también mencionó que “implementamos la UVA, que se ha convertido en una herramienta que permitió recuperar el crédito a largo plazo, en donde los hipotecarios, por ejemplo, crecen hoy al 160 por ciento anual”. Pero no hizo referencia a que la suba del dólar desde la línea de los 20 pesos a casi 30 en apenas un mes y medio viene siendo motivo de pánico entre los tomadores de este tipo de créditos.