La salida de los ministros Juan José Aranguren y Francisco Cabrera, luego de que la escalada imparable del dólar eyectara a Federico Sturzenegger del Banco Central y trasladara allí al ministro de Finanzas Luis Caputo, reavivó las críticas de la oposición y generó un tímido respaldo de dos figuras del oficialismo: Elisa Carrió y Federico Pinedo. “Mi total acompañamiento a los cambios en el gabinete. Eran imprescindibles”, evaluó, escueta, Carrió, quien había sido una de las principales defensoras de Aranguren en medio de los tarifazos. El presidente provisional el Senado eligió felicitar a Javier Iguacel, ex titular de Vialidad Nacional que será nuevo ministro: “La ejecutividad en hacer rutas pasará a la energía”, opinó Pinedo.

La oposición, en cambio, fue devastadora. “Macri está haciendo un cambio de nombres para sacarse de encima a los ministros más desgastados y seguir reforzando el plan de ajuste”, consideró el presidente del bloque de diputados del FpV-PJ, Agustín Rossi, en relación a la salidas de Aranguren y Cabrera, quien será reemplazado por Dante Sica en el Ministerio de Producción. “El problema no es el cambio de nombres, sino el cambio de un proyecto económico. Sica no va a empezar una política de aliento a las exportaciones, de freno a las importaciones o de aliento a la industria y a la producción. Tampoco se van a retrotraer las tarifas que tanto descontento social han generado. No hay ningún cambio en el rumbo económico de este gobierno”, amplió el ex ministro de Defensa. Daniel Filmus, compañero de Rossi en la Cámara Baja, lanzó una ironía tras conocerse los anuncios: “Si con el mejor equipo de los últimos 50 años nos fue tan mal, no me quiero imaginar cómo nos va a ir ahora que entran los suplentes!!!”, expresó por Twitter. 

Diputado del Movimiento Evita, Leonardo Grosso se pronunció en la misma línea al afirmar que en Cambiemos “cambian figuritas pero el álbum es el mismo”. “Sin Cabrera y Aranguren, el ajuste, la falta de trabajo, la destrucción de la industria y el endeudamiento continúan. El problema no son los nombres, el problema es el modelo económico”, postuló. 

El diputado por el Frente de Izquierda, Nicolás del Caño, aprovechó la crítica al Ejecutivo comandado por Mauricio Macri para reclamar una radicalización de la lucha. “‘El mejor equipo de los últimos 50 años’ le entrega el poder a Christine Lagarde –titular del organismo internacional– que comandará el ajuste con Dujovne. Abajo el acuerdo con el Fondo. Paro nacional activo. Consulta popular vinculante para que el pueblo decida”, tuiteó. 

“Estos cambios de gabinete no hacen más que confirmar el fracaso de la política económica de Macri. Como venimos diciendo hace dos años: iban a estrellarse contra una montaña y el impacto lo estamos sufriendo todos los argentinos”, evaluó el senador Fernando “Pino” Solanas.

Desde el sindicalismo también llegaron críticas: “En energía sale Drácula y entra el Hombre Lobo, je. El que se va, nos robó con el gas, el gasoil y las tarifas. El que viene destruyó Vialidad Nacional! Un lujo Mauri”, ironizó el dirigente de la CTA Autónoma Pablo Micheli.