Con todo un arsenal de medidas apuntando al frente cambiario, el Banco Central logró ayer mantener el precio del dólar por ahora debajo de 29 pesos. En bancos y agencias de cambios se retrajo 45 centavos, a 28,40 pesos. En el mercado mayorista la baja fue de 52 centavos, hasta los 27,58 pesos, con un volumen acotado de operaciones a la espera de conocer el precio que pudiese ofrecer el Central las divisas en su licitación.

La entidad que conduce desde el viernes el ex ministro de Finanzas, Luis Caputo, hizo la primera subasta de dólares con 175 millones sobre el final del día, mientras se aguarda la reglamentación de una serie de cambios regulatorios para limitar la liquidez ociosa de los bancos y su acceso a la compra de divisas. También se avanzó en la colocación de bonos para que sean canjeados por letras y reducir el monto de vencimientos de hoy. A los 7500 millones de dólares del primer desembolso de Fondo Monetario, que le asegurarán dólares a empresas y bancos, el equipo económico espera sumar 4000 millones de las cerealeras, que se comprometieron a liquidar en los próximos dos meses. Las reservas, mientras tanto, cayeron 182 millones de dólares, hasta los 48.285 millones. Las acciones, por su parte, se desplomaron en Buenos Aires y Nueva York.

En un escenario de corrida contra el peso, Caputo enfrentará mañana el segundo “supervencimiento” de letras, esos títulos con los que el Central fue absorbiendo los pesos que emitía por la compra de los dólares proveniente de la deuda. Ese mecanismo elevó a 1,2 billones (millones de millones) de pesos el stock de esa deuda, de los cuales más de la mitad vence mañana. El organismo fue recomprando parte de esa bola de nieve y, según cálculos del mercado, la cifra se acerca más a los 500.000 millones que a los más de 600.000 millones originales. El mejor escenario posible para el flamante banquero central es tratar de minimizar el traspaso de los pesos del pago de esa bola de vencimientos al dólar. Es por eso que Caputo puso en marcha una serie de medidas para restringir ese acceso, aunque en el largo plazo pueda generar riesgos adicionales.

En un intento por ganar tiempo hasta que comiencen a llegar los dólares del FMI, el Central trata de cerrar todos los canales posibles de dolarización y mostrar un techo en torno a los 29 pesos, que el actual ministro de Producción, Dante Sica, asegura que es cómodo para muchas actividades. No lo es para los salarios. La corrida anticipándose al vencimiento de mañana no le permitió al Central esperar al ingreso de los 7500 millones de dólares del Fondo y comenzó a gastar a cuenta. Hoy inició -y mañana se repetirá- la subasta de dólares. El organismo puso a disposición del mercado hasta 400 millones de dólares que subastó por bloques, de los cuales colocó 175 millones. Los bancos pudieron comprar a distintos precios hasta tres paquetes de subastas por múltiplos de un millón. La lógica de la medida es conseguir un precio menor al de la plaza mayorista, con lo cual se busca desincentivar la adquisición de dólares en el mercado minorista.