La Cámara Penal revocó ayer la libertad de tres de los policías acusados de encubrimiento y falsedad en el crimen de David Campos y Emanuel Medina, asesinados durante una persecución que se intentó hacer pasar como enfrentamiento. Se trata de tres agentes -entre una veintena que participó del hecho, el mediodía del 23 de junio de 2017 en Callao y Arijón- quienes quedaron en prisión domiciliaria. Ayer, la familia de las víctimas celebró el fallo de la jueza Carolina Hernández porque entendió que todavía hay medidas en curso para la investigación, y que podrían entorpecerse con los acusados libres. Asimismo, advirtió que hubo manifestaciones de temor de algunos de los testigos del caso. En tanto, el fiscal Adrián Spelta adelantó que imputará a dos agentes más, aunque en libertad, y asciende a 20 la cantidad de policías sindicados en el caso que este año tendría acusación formal.

"Es un paso más que damos", saludó Germán Campos al salir de la audiencia, cuando faltan apenas cuatro días para que se cumpla el primer aniversario del hecho. Los llantos fueron inevitables, pero esta vez estuvieron acompañados de alivio.

Los tres implicados llegaron en libertad, por la mañana; y pasadas las 13 la jueza ordenó que sean llevados a prisión en sus viviendas, con controles periódicos. Se trata de Marcelo Escalante, quien "disparó hacia los chicos", aunque las víctimas no sufrieron heridas por las balas de su arma; Paola Cano y Fernando Varela, quienes estuvieron desde el primer momento en el lugar donde el auto de las víctimas terminó contra un árbol, después de 28 minutos de persecución. Allí mismo recibieron los disparos mortales. "Están enterados de todo lo que se hizo ahí: la pólvora y las armas plantadas a los chicos, la firma del acta falsa. Son los que tendrían que haber contado la verdad de lo que pasó y hasta el día de la fecha se siguen callando", se quejó Germán, quien diferenció la actitud de los tres que estuvieron ayer sentados en el banquillo, con la de dos agentes que al poco tiempo de la imputación dijeron cómo habían ocurrido los hechos y quiénes fueron los principales tiradores.

Los sindicados llegaron ayer a audiencia de apelación solicitada por la Fiscalía y por las abogadas querellantes de la Multisectorial contra la Violencia Institucional, Marcia Martín y Luciana Torres. Fue luego de la decisión del juez Héctor Núñez Cartelle, en marzo pasado, que consideraron arbitraria.

De 18 policías que fueron detenidos en septiembre pasado, continúan en prisión preventiva Alejandro Bustos y Leonel Mendoza, ambos señalados como tiradores de las balas mortales. Con el fallo de ayer, son seis los que gozan de la domiciliaria y el resto está en libertad.

En cada audiencia la Fiscalía recuerda que a las víctimas se les plantaron armas para simular un enfrentamiento; y sobre los agentes que llegaron a audiencia ayer se dijo que advirtieron la situación posterior (de adulterar la escena) por lo que se les achaca el encubrimiento y haber firmado un acta falsa. Incluso, estaban en el lugar cuando Bustos gritaba que era su procedimiento.

Campos y Medina murieron dentro de un auto VW Up!, fusilados durante la persecución que empezó en barrio Saladillo y de la que participó una veintena de policías. El fiscal Spelta averiguó y concluyó que ambos jóvenes estaban desarmados.

Los familiares perciben avances en la causa, pero se manifestaron preocupados por lo sucedido la semana pasada en otro caso de violencia institucional resonante: las "leves" condenas a policías por el crimen de Iván Mafud, en 2014, también asesinado luego de una persecución que terminó en Roldán con más de una treintena de balas sobre su vehículo. "Esos jueces fallaron a favor de la policía. Nosotros tenemos fe y confianza en que el juicio por David y Ema sea leído por el Tribunal como lo vienen haciendo hasta ahora otros magistrados", dijo Germán sobre las penas de entre 4 y 1 año de prisión que recibieron apenas cuatro de los quince policías sindicados. En tanto, las querellantes aseguraron que es "preocupante", pero plantearon la necesidad de leer los argumentos del Tribunal para saber porqué llegaron a esa conclusión.