El gobernador de Santa Fé, Miguel Lifschitz, se quejó por la ausencia de Mauricio Macri en el acto por el Día de la Bandera, luego de que el presidente cancelara su viaje a la ciudad de Rosario donde iba a encabezar los festejos por motivos de seguridad. "No comparto que no venga. No había ningún peligro. La seguridad estaba asegurada, incluso por las fuerzas federales que habitualmente se encargan de la custodia presidencial", protestó el mandatario santafesino.

Además, explicó que la Multisectorial contra el Tarifazo que iba a movilizar al Monumento a la Bandera está integrado por apenas medio centenar de manifestantes, por lo que negó que existiera la posibilidad de disturbios como había planteado Presidencia de la Nación.

"Les manifesté lo que era tener una ciudad vallada. Compartimos la idea de no alterar un acto cívico porque nosotros consideramos que hay que priorizarlo. Ojalá que de aquí en adelante no haya más actos políticos sino institucionales. Quizá lleve un tiempo para que vuelva a ser una fiesta de la gente. No había ningún peligro", insistió.

En la misma sintonía, la intendenta de Rosario, Mónica Fein, dijo que el acto con Macri "iba a durar sólo una hora" y que estaban dadas las condiciones para llevarlo adelante. "Quiero recuperar para todo el país el 20 de junio. Debe ser un día en que la bandera y Belgrano nos convoquen a todos. El acto con Macri iba a durar sólo una hora. Siempre están los que aprovechan para colocar a Rosario en un lugar de estigmatización. Que el 25 de Mayo tenga una importancia, porque se realiza en la Capital Federal, y no así el del Día de la Bandera es algo que no se entiende", criticó.

Por su parte, el ministro de Gobierno de la provincia, Pablo Farías, afirmó que nunca se manejó "la hipótesis que estaba en riesgo la seguridad del Presidente".