El Arzobispado de Santiago de Chile suspendió e inició un proceso  administrativo penal ayer contra el presbítero Cristián Rojas, quien fue denunciado por abuso sexual. El proceso contra Rojas se produjo un día después de la partida del país de Charles Scicluna y Jordi Bertomeu (foto), enviados del papa Francisco a Chile para escuchar a las víctimas de casos de abusos e instruir a integrantes de la Iglesia Católica chilena sobre cómo actuar en caso de recibir una denuncia. El sacerdote acusado ejercía como párroco en la iglesia de Santo Tomás de Aquino, en la capital, pero el Arzobispado anunció que había sido apartado de su oficio y que no podrá ejercer actos pastorales durante el proceso penal, el segundo en menos de un mes que se produce en el arzobispado de Santiago de Chile. Una de las medidas anunciadas por Scicluna en su visita es la instalación de una oficina especial de la Iglesia en Santiago para recibir denuncias de casos de abusos o conducta inapropiada por parte de religiosos.