Media docena de disparos impactaron anteanoche contra el frente de la vivienda del padre del juez Juan Carlos Vienna, que instruyó la causa contra Los Monos y la preocupación aumenta ante la reiteración de hechos. Es que 24 horas antes del ataque a la casa del hombre de 83 años, en Laprida al 3600, una moto pasó a alta velocidad y baleó una casa ubicada frente a la vivienda de la ex esposa del juez, en Buenos Aires al 3900; y hace poco más de tres semanas fueron atacados los frentes de dos domicilios donde vivió el juez Ismael Manfrín, que condenó a la banda, en abril. El gobernador Miguel Lifschitz adelantó que se extenderán las custodias a familiares de magistrados y fiscales que actuaron en la causa, pero las medidas parecen llegar tarde: el presidente de la Corte Suprema de la provincia, Rafael Gutiérrez y los responsables del Colegio de Magistrados exigieron al ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, políticas de prevención e inteligencia criminal ante lo que consideran una "escalada" de violencia.

"Le quisieron decir a mi hijo que ellos todavía están vivos", reflexionó ayer Juan Carlos, el padre del juez Vienna y del fiscal Marcelo Vienna, cuya vivienda también fue blanco de los ataques, porque vive al lado de la casa baleada el martes por la noche, frente a la ex esposa de su hermano. El anciano se manifestó conmovido, pero dijo no tener temor, pese a que uno de los proyectiles le pasó cerca, mientras miraba televisión, a las 21.30 del miércoles. Los vecinos le dijeron que vieron un auto blanco.

El gobernador fue uno de los primeros en salir a hablar ayer y se manifestó "muy preocupado" por el ataque. "Tenemos que imponer la decisión de la Justicia y la voluntad del Estado de hacer cumplir la ley y pacificar la ciudad", dijo en declaraciones radiales. En ese sentido, reconoció que tras la balacera a la vivienda de la ex esposa del juez Vienna, la situación "parecía un hecho aislado". Incluso, el propio Pullaro habló de "otras hipótesis" durante el acto del 20 de junio, y por la tarde Fiscalía informó que se investigaba si las balas podían estar dirigidas a dos transeúntes que caminaban por la vereda y huyeron del lugar. "Pasa a ser una situación de mayor complejidad", reconoció el mandatario.

Ayer se indicó que Pullaro estuvo reunido con Vienna --de licencia médica tras una operación de corazón-- tras el segundo hecho y que se planificó un "mecanismo de seguridad mucho más abarcativo". Lifschitz dio un mensaje: "En esta pelea no podemos retroceder".

El presidente del Colegio de Magistrados estaba fuera del país cuando se enteró del segundo ataque a personas relacionadas con Vienna. "Me resisto a pensar que un juez deba ir a trabajar con chaleco antibalas", dijo. En ese sentido, los magistrados expresaron en un comunicado tanto su solidaridad con los hermanos Vienna, como la preocupación ante una "escalada de violencia que busca, sin lugar a dudas, generar temor con el fin de interferir y comprometer el normal funcionamiento de uno de los poderes del Estado". Y agregaron: "Una vez más, y como sostuvimos semanas atrás frente al atentado sufrido por Manfrín, resulta indispensable que desde todos los poderes gubernamentales se articulen respuestas enérgicas, acordes a la gravísima situación. En especial, y con más intensidad, el Poder Ejecutivo y su Ministerio de Seguridad tiene la ineludible responsabilidad de efectuar un abordaje urgente, integral y eficaz de la situación, de modo tal que garantice la seguridad de todos los operadores del sistema de justicia, como así también, y lógicamente, de la comunidad en su conjunto".

El juez y secretario del Colegio, Iván Kvasina, habló de un "escenario sumamente preocupante que tiene como destinatarios a funcionarios del Poder Judicial de la provincia. Uno de los interrogantes es cuándo termina esto, porque vemos que se vienen repitiendo", dijo. En ese sentido, dijo que entre los sucesivos hechos ven "una relación", pero aclararon: "No podemos hacer especulaciones". Por la gravedad de los hechos, dijo que "puede haber riesgo de vida", e interpeló a los organismos para que "tomen medidas mucho más enérgicas para la seguridad y se extremen recaudos". Kvasina agregó: "Hay cuestiones a nivel seguridad que vienen fallando, las pruebas están a la vista. Y eso pone en crisis cierto discurso que se intentó articular, como poner en duda a quién estaba dirigido el primer ataque (de la noche del martes). Quizás hubo un primer análisis apresurado que ahora queda desvirtuado por los hechos. Creemos que ya no quedan dudas de los destinatarios de estos hechos".

El magistrado dijo además que por comunicación con el Ministerio Público de la Acusación, sobre la causa que investiga el atentado a ex viviendas de Manfrín, "hay un trabajo intenso que no tiene todavía resultados concretos y eso también nos preocupa como asociación". 

Mientras el presidente de la Corte recordó que el año pasado se le mandó una nota al gobernador. "Parece que el que no entiende nada es el ministro de Seguridad", dijo. "Lo que queremos es que haya tareas de inteligencia, porque la única forma de llegar más allá de lo que tiene que hacer el Ministerio Público, los fiscales que son los encargados de la investigación, también hay que hacer inteligencia para esto y para todas las funciones de seguridad".