Cumplir. De eso se trata. Así lo mostró la última imagen del partido del jueves. Mascherano y Messi, los líderes de esta Selección, fueron los únicos en bajar (junto a Acuña) para frenar la contra croata. Cumplieron. Pero hasta ahí llegó el esfuerzo. En la segunda jugada, tras el rebote de Caballero, el número diez se limitó a contemplar y el mediocampista que se definió como “un soldado que va directo a morir” en la previa del Mundial levantó la mano para pedir posición adelantada y aceptó la sentencia sin resistencia. Tercer gol croata y derrota histórica. Casi una metáfora de la falta de reacción ante la adversidad que caracteriza a este equipo. Falta de rebelión. Justo en Rusia, tierra de revolución.

La última vez que Argentina llegó tan comprometida al último partido de la primera fase fue en 1974. Hace 44 años. Un punto sobre cuatro posibles (las victorias sumaban dos unidades). En aquel certamen celebrado en la ex Alemania Federal, el debut fue derrota 3-2 frente a la Polonia liderada por Deyna y Lato; mientras que la segunda presentación terminó en empate 1-1 frente a la Italia de Dino Zoff. Dos rivales de mayor fuste que las contemporáneas Croacia e Islandia. Al igual que a esta generación, a aquella le sobraban nombres: Perfumo, Brindisi, Babington, Houseman, Telch, Sá, Poy, Fillol, etc. Aquella primera fase terminó con una inesperada clasificación argentina gracias al triunfo sobre Haití 4-1 y a la victoria de Polonia 2-1 sobre Italia, que con sólo empatar hubiese dejado afuera a los dirigidos por el trío Cap-Lorenzo-Varacka.

Similar puede ser la historia en Rusia para los de Sampaoli. Tras el triunfo nigeriano sobre Islandia, a los de Messi –hoy últimos en su grupo– se les abrió una gran puerta para llegar a octavos. De lograrlo, les otorgaría una mística que, acostumbrados a ser siempre favoritos, pocas veces tuvieron. Quizá ir de punto sea lo que necesiten. Como dijo el mexicano Chicharito Hernández, protagonista de uno de los batacazos del Mundial, “¿por qué no animarnos a imaginar cosas chingonas?”.