Jared Kushner, el enviado del gobierno estadounidense a Cercano Oriente y yerno del presidente Donald Trump, se reunió ayer en Jerusalén con el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu, para intentar impulsar la paz en la región. Medios israelíes apuntan que Trump podría presentar pronto un plan de paz para la región, lo que provoca escepticismo y pesimismo entre los palestinos. Según la Casa Blanca, Kushner y Netanyahu hablaron de los esfuerzos de los dos países por alcanzar la paz entre Israel y los palestinos, así como una mejora de la situación humanitaria en la Franja de Gaza, al tiempo que se mantiene la seguridad del Estado judío. Kushner seguirá el sábado en Israel, acompañado por el negociador estadounidense Jason Greenblatt, confirmó un portavoz del consulado estadounidense en Jerusalén sin dar más detalles. No habrá conversaciones con miembros de la cúpula palestina. Los dos funcionarios visitaron en los últimos días Jordania, Arabia Saudí, Qatar y Egipto. Los medios apuntan que la cúpula estadounidense está intentando ganarse la luz verde de los países árabes para el presunto plan de paz estadounidense. Trump es un claro defensor de Israel, como demostró en diciembre al reconocer Jerusalén como capital de Israel.