En la cocina con Kafka

(Tom Gauld / Salamandra Graphic)

¿Chistes de literatura sin caer en el lugar común? Tom Gauld lo logra con una elegancia pasmosa. En la cocina con Kafka reúne tiras que el humorista gráfico británico publicó en distintos medios, sobre todo en el inglés The Guardian. Gauld no intenta ponerse excesivamente reflexivo ni solemne, puede reírse de las tendencias editoriales, de los vicios de la industria y las taras de los escritores sin dejar de demostrar su cariño por el sector que retrata con robots, dinosaurios y líneas temporales alternativas. Todo con el dibujo sencillo y preciso que lo caracteriza, que en el caso de los personajes llega al minimalismo.


Animales

(Rodolfo Santullo y Marcos Vergara / LocoRabia y Grupo Belerofonte)

Santullo y Vergara reeditan la dupla que tantos elogios les valió con libros como Cena con amigos o Valizas, esta vez para una serie de historias cortas que retratan la vida en un pequeño complejo de departamentos. El material salió originalmente en la revista uruguaya Lento y la excusa narrativa son las mascotas del edificio. Cómo se incorporan a la rutina de sus habitantes sirve para retratar a los humanos. Con Vergara dibujando casi “coloquialmente” y Santullo en un nivel humorístico muy bueno, el tándem extiende todavía más su rango de registros. Particular atención en este libro al capítulo de los conejos, que tiene algunos de los pasajes más graciosos de la propuesta. 


Rakshassas y Kinnara

(Eduardo Mazzitelli y Quique Alcatena / Grupo Belerofonte y LocoRabia)

Esta incursión por las culturas antiguas de la dupla recorre el subcontinente indio. El volumen reúne dos relatos. Rakshassas es un texto de aventuras en episodios cortos para el mercado italiano que no profundiza en complejidades: hay unos demonios que detener para evitar el fin del mundo y listo. La magia pasa por el trazo de Alcatena y su eterna capacidad para dibujar lo que a priori suena imposible de graficar. En Kinnara la dupla plantea una historia de intrigas políticas con elementos fantásticos, quizás uno de los géneros que saca lo mejor de su colaboración. Porque hay acción pero también vueltas de tuerca en el guión y cambios de ritmo que hacen de su lectura una delicia.

 


Motordrome #1

(David Alabarcez y Mariano Taibo / Szama Ediciones)

Un pueblo languidece mientras recuerda los días de oro en que albergaba una mítica carrera de autos. Por los caminos (polvorientos, claro) que la rodean hay contrabando de autopartes y un policía obsesionado con atrapar algún pistero. Desde luego, hay alguien pensando en reeditar los viejos días “de gloria”, un muchachito con pinta de pisar el acelerador a fondo e intereses oscuros que prometen enturbiar el asunto. Esa premisa del guionista rosarino, planteada con sencillez, recorre el primer número de Motordrome. El gancho para el lector especializado pasa por los dibujos de Taibo (Rondador & Nocturno, A tu rojo ruta), que propone un dinamismo ideal para una historia con bramido de motores.