“Hay elfos en Islandia. También hadas, unicornios, trolls, enanos de playa, duendes de agua, espíritus de montaña, fantasmas. Muchos islandeses no arrojan piedras al aire por temor a golpear a uno de estos seres misteriosos. No saltan sobre las piedras en caso de que un huldufolk, ente mitológico, pueda estar viviendo dentro. Y alguien me dijo una vez: ‘Si el presidente declarase que no cree en estas criaturas mágicas, jamás sería reelecto’. Viajé de norte a sur, de este a oeste, en busca de los lugares donde viven estos seres fantásticos y de las personas que gozan de la habilidad de verlos, preguntando en cada estación de servicio, biblioteca, supermercado u hotel si había alguien en la zona que pudiera comunicarse con ellos”. Así presenta la multipremiada fotógrafa bilbaína Bego Antón su serie The Earth is Only a Little Dust Under Our Feet (La Tierra es solo una mota de polvo bajo nuestros pies), devenida flamante fotolibro, donde captura la muchacha rostros de creyentes y videntes, paisajes de cuentos de hadas, locaciones de historias cautivadoras... En un país, Islandia, donde más del 50% cree en la existencia de las susodichas criaturas; donde mujeres reúnen plumas cuando una diosa se los indica, al presentarse en sus meditaciones; u obsequian brazaletes protectores, bendecidos con sangre de dragones; donde locales confían en lo que dictan sus sueños para anticipar el clima del día siguiente. Donde “incluso cuando hay que construir una carretera, la maquinaria a veces se detiene ante la presencia de una roca gigantesca en la que, se cree, viven elfos; y se llama a una portavoz encargada de mediar entre humanos y elfos para llegar a un acuerdo”, según relata la propia artista. Artista que previo a embarcarse en la aventura de creer y retratar, se diplomó en estudios de duendes y gente escondida en Reykjavik, certificada por la Escuela de Elfos de Islandia. Y luego, ya experta en trolls nórdicos, se lanzó a la experiencia que marca su trabajo en general: la de “retratar grupos de gente que pueden parecer extraños para el resto de la sociedad, grupos incomprendidos”.